La deforestación de la Amazonia este año 2020, parece ser imparable.
A pesar de la presencia militar y la vigilancia ambiental por toda la zona, se ha registrado un nuevo récord semestral de 3.070 km2; un 25% de aumento respecto al año pasado.
La principal causa de todo esto es la extracción ilegal de madera, así como la minería y ganadería en áreas protegidas.
Además, esta situación se convierte en algo aún más alarmante porque, en Junio, dio comienzo la temporada seca, que es directamente proporcional a temporada de incendios.
El gobierno dice estar manos a la obra para detener proyectos que amenacen la conservación de la mayor selva tropical del planeta, alegando que, esta estadística, daña la imagen internacional de Brasil.
El ministerio de Defensa de Brasil informa de que “el envío de las Fuerzas Armadas a la región, es una muestra de que nuestro país se preocupa por su selva amazónica”.