Una investigación realizada expertos en psicología cognitiva de la Universidad de Kingston cuestiona la idea tradicional de que el pensamiento tiene lugar estrictamente en la cabeza; y ha demostrado que nuestra toma de decisiones está fuertemente influenciada por el mundo que nos rodea.
Sus hallazgos podrían ayudar a las empresas a encontrar nuevas maneras de mejorar la productividad e incluso podrían mejorar las oportunidades de algunas personas de conseguir un trabajo.
En la investigación se invitó a 50 participantes a tratar de resolver un problema, estos fueron divididos en dos grupos. Uno de ellos podía construir modelos físicos con las manos y el segundo grupo debía hacer sus cálculos usando una tableta electrónica y un lápiz óptico para esbozar una respuesta.
Los voluntarios que construyeron modelos físicos con las manos fueron mucho más propensos a encontrar la solución que los que usaron la tableta.
Los investigadores también están estudiando cómo la “ansiedad matemática” podría ser manejada a través de la interacción con el entorno.
Este otro trabajo consistió en pedir a algunas personas que repitieran una palabra al tiempo que hacían largas sumas. Se halló que la habilidad matemática de aquellos a quienes se les pidió que hicieran las sumas de cabeza se vio más afectada, que la habilidad matemática de aquellas personas a las que les fueron entregadas fichas de números para manejar con las manos.
Los científicos afirman que cuando los participantes movían fichas de números mientras repetían la palabra y sumaban, fueron tan eficaces haciendo sumas como si no tuvieran ansiedad matemática.
Es decir, que manejar números con las manos puede reducir esta situación emocional, que hace que algunas personas eviten completamente las matemáticas.
Este hecho, además de que podría resultar beneficioso para la enseñanza de las matemáticas, apunta a que debería redefinirse cómo se produce el pensamiento.