Existen conceptos japoneses que pueden ayudarnos a cambiar de perspectiva ante los problemas y, así, conectarnos con una vida plena y armoniosa.
Vamos a conocer tres de ellos:
Kintsukuroi – También llamado Kintsugi, es una técnica del siglo XV, que repara objetos cerámicos uniendo las partes rotas con barniz o resina espolvoreados en oro. La pieza resultante no solo no esconde sus roturas, sino que, al estar destacadas con el oro, estas se convierten en el aspecto más bello de la figura. Las cicatrices reflejan nuestra capacidad de sobreponernos a las situaciones y esta filosofía ayuda a valorar los conflictos de una forma más positiva.
Aware / Mono no aware – Hablamos de la incertidumbre; de la fugacidad de la vida. Lo que alguna vez creímos seguro, en algún momento dejará de serlo. El concepto japonés se refiere al agridulce sentimiento ante el cambio, pero teniendo en cuenta que, la fugacidad y finitud de las cosas, forman parte de su belleza. Así, apreciamos más lo que nos sucede y disfrutamos desde un estado presente y más consciente.
Ikigai – El término hace referencia a lo que da significado y sentido a nuestra vida; nuestros deseos, nuestras pasiones, nuestros propósitos. Tiene cuatro componentes: lo que se ama, lo que se necesita, lo que se podría trabajar y aquello en lo que destacamos. La búsqueda del Ikigai podría durar toda una vida, ya que implica un gran autoconocimiento e introspección.