Por Allison Fife.- En el momento que hablamos de sobrepeso, se nos viene a la mente las dos palabras mágicas que más controversia generan a nivel mundial, ejercicio y dieta. Lo relacionamos con malos hábitos de alimentación y falta de actividad física. Por supuesto estos son factores que intervienen en nuestra salud corporal, pero no los únicos.
Cuando hablamos de sobrepeso podemos tener en cuenta muchos factores para poder trabajar en ello de manera más consciente pero por sobre todo con más aceptación.
Las personas que han probado miles de dietas que no les funcionaron, o dietas que no son sostenibles en el tiempo, miles de actividades físicas para solo aburrirse y no continuar, encontrarán este artículo interesante.
Vamos a evaluar uno por uno los motivos por los cuales tu cuerpo no quiere perder peso. Quisiera aclarar que cada persona tiene una historia única por lo que cada caso es muy particular, aquí hablamos en términos generales.
Antes de entrar en profundidad con este tema es indispensable entender que cada persona es un campo energético y como tal somos información. A nivel biológico, a nivel genético, etc.
Cuando queremos hacernos un chequeo en el médico nos toman una muestra de sangre y de ella se puede obtener infinidad de información sobre nuestro cuerpo. A nivel genético, no solo adquirimos información biológica de nuestros padres y árbol familiar, sino que también obtenemos información con respecto a sus experiencias, emociones no resueltas, creencias, lealtades, etc. Por lo que si hoy en día me encuentro con dificultades para tener un peso saludable la respuesta podría estar en mi árbol familiar.
Las distintas disciplinas que abarcan este tipo de información son la biodescodificación, terapia transgeneracional, bioneuroemoción, constelaciones familiares, por nombrar algunas.
Entendamos un poco que representa la grasa en el cuerpo y su función, en términos generales, porque la función de la grasa es muy amplia en el ser humano, la grasa sirve como reserva de energía y como medio de protección de nuestros órganos internos, encargada de mantener la estructura interna, en términos generales hablamos de reserva de energía y protección.
Si tuvimos algún familiar que ha tenido contacto directo con la guerra o épocas de escasez económica, donde conseguir alimentos o alimentarse era un conflicto diario, tu cuerpo tendrá la información de retener la mayor cantidad de reservas posibles para poder sobrellevar los tiempos difíciles, aunque esos tiempos no llegaran nunca.
Cuando hablamos de retención, podríamos referirnos también a situaciones en el ámbito familiar donde hubo grandes pérdidas de dinero afectando así la estabilidad económica, por lo que a día de hoy, intentamos retener lo máximo posible en todos los ámbitos, siendo nuestro cuerpo biológico uno de ellos a través de la grasa.
Habría que evaluar en qué parte del cuerpo es donde más acumulas grasa para poder determinar con certeza de qué te estás protegiendo exactamente. Por ejemplo en la zona abdominal, donde se encuentra nuestro chakra plexo solar, quien rige la relación con nosotros mismos, acá se encuentra la información desde el cómo nos tratamos a cuánto nos respetamos. Podríamos ser nosotros personas desconfiadas, o que hubiera alguna traición en nuestra historia familiar, por lo que esa grasa estaría protegiendo nuestra integridad.
En el abdomen tenemos la parte inferior, cercano al chakra sacro, en este caso podríamos estar hablando de experiencias de abuso, puede ser una experiencia personal o de tu clan familiar, donde la información nos habla de protegernos a nivel sexual por alguna experiencia en nuestro árbol.
Otro de los motivos del sobrepeso puede ser querer ser vista/o, a medida que voy acumulando masa corporal, nos estamos asegurando de ser reconocidos. Esto puede deberse a distintos aspectos, ya sea que en tu infancia sentiste que hubo ausencia de uno de tus padres o que hubiera en la familia algún miembro no reconocido, buscando ser visto a través de ti. Quisiera recalcar nuevamente que cada caso es muy particular por lo que hay que evaluarlo de manera más personal y profunda.
Por ultimo uno de los motivos más comunes es que los alimentos que ingerimos se vuelven un alimento emocional, esto puede deberse nuevamente a experiencias de nuestra infancia, pero en definitiva estaríamos buscando llenar vacíos a través del alimento.
¿Cuántas veces no hemos visto a un padre o madre intentando convencer a su hijo/a con una golosina? ¿Cuántas veces la comida no se volvió un sistema de recompensa?
Podríamos empezar siendo más conscientes de los momentos en los que ingerimos más de ciertos alimentos y el porqué, para evaluar si lo hacemos desde una búsqueda afectiva, búsqueda de protección, etc. Sé más consciente de lo que ingieres sin la necesidad de juzgar los alimentos, enfócate en lo nutricional que si nos está aportando, entender que los alimentos no son buenos ni malos, solo hay alimentos que me vienen mejor en estos momentos. Si fuera un alimento que no nos aporta mucho valor nutricional, evaluar si es algo que consumo con mucha frecuencia, si podría reemplazarlo con algo mucho más nutritivo, etc. Cambiar mi manera de ver los alimentos es cambiar la manera en la que mi cuerpo los va asimilar.
Siempre recordar de acompañarse de un especialista en el área de la nutrición para poder evaluar los alimentos más adecuados para ti y tengas toda seguridad que estás obteniendo la cantidad necesaria de los nutrientes que necesita tu cuerpo.