Escenas, cuadros, o análisis social pueden ser vistos de diferentes formas, esto nos lleva al siguiente axioma: “la realidad es diferente en diferentes estados de consciencia”.
El lugar dónde fuimos criados, las enseñanzas recibidas, las creencias adquiridas, pueden formar o deformar una mente. Hay consciencias que ya vienen bien formadas de vidas anteriores, que tienen capacidad de determinación, y hay otras que están perdidas, vacías, que quedan a merced de todo lo que encuentran en su entorno.
Mirar a través de cristales de diferentes colores, se verá del color que tenga el cristal. Ver un objeto rojo cuando es blanco es por el engaño del cristal. Cristales de diferentes colores dan diferentes percepciones.
Deberíamos aprender que si alguien ve algo rojo y discute con otro que lo ve verde, debe aceptar que no podrá ver más que su realidad. Nadie es capaz de cambiar el otro color; ni siquiera el que mira a través del cristal transparente podrá hacer cambiar aquello que para otros es una evidencia roja, verde o azul.
Deberíamos haber aprendido hace mucho tiempo que no podemos hacer ver a otra persona otra realidad que ya percibe con ‘su’ nitidez coloreada. Este principio de ver realidades diferentes debería tenerse muy en cuenta. No todos van a ver ‘mi’ realidad. Cada persona es un mundo, en una familia puede haber realidades diferentes.
El punto que queremos destacar hoy es el desgaste personal que se sufre cuando queremos hacer ver a los demás, que tienen que ver aquello que vemos, que bien podría ser opuesto a la realidad. Incluso el ojo que ve no distingue el color del cristal a través del cual mira, de esto saben bien los que preguntan por sus gafas cuando las tienen puestas. Así es, es muy fácil no saber qué tipo de gafas llevamos puestas.
Es muy fácil ver irrealidades que consideramos reales.
Los problemas son consecuencias de las continuas irrealidades que se ven, sea crean problemas incluso donde no los había. Discutimos por las más mínimas pequeñeces, y se dice: ‘ahhhh, no, es que no consiento que me lleven la contraria, porque estoy muy seguro de lo que digo’.
¿Y por pequeñeces has dañado a tu familia? ¿Y por aquella diferencia de opinión llegasteis a no volveros a hablar?
¿Hemos nacido para luchar o para ser felices? La evidencia es que estar siempre con la mente inquisitiva, fisgona y buscando siempre la forma de hacer ver la realidad a los demás nos lleva a un deterioro considerable. Es una lucha que termina en nuestra grave enfermedad.
Ese ojo de la ley, del bien y del mal, que sale con tanta frecuencia, lleva al ejecutor a su propia ejecución. El ojo crítico es tremendamente dañino, pero el que critica no sabe que el mayor daño lo está recibiendo él. Obsérvese que la persona criticona y juzgona, impostora de su sentido de la realidad, no es precisamente una persona tranquila, todo lo contrario, está súper-excitada, no duerme bien, está siempre pendiente de todo, del móvil, de lo que dice éste y el otro. Esa vida tan desastrosa es la realidad creada por un ego estresado, ansioso, intransigente… Víctima de su propia realidad irreal.
Un teólogo comentó la historia de dos monjes que al pasear, vieron a unos jóvenes que necesitaban cruzar el río, uno de ellos decidió cruzarlos de uno en uno, entre ellos había mujercitas. Al llegar al convento el monje que observó los hechos denunció al Prior el comportamiento impropio de un monje, por llevar a mujeres con faldas en sus hombros. El Prior preguntó al monje ‘pecador’, la respuesta fue que él no hizo distinción, se dedicó ayudar, no a ver problemas: “no vi problemas de sexo porque no los tengo en mi mente”.
Un personaje afamado por su crítica feroz, fue preguntado por sus groseras descalificaciones a políticos y famosos, la respuesta fue: ‘estamos en una democracia’. Desgraciadamente esa es la realidad que más sufre la democracia, que cada uno puede hacer y destripar a su gusto. Ese gravísimo error de concepto de un sistema que fue pensado para organizar la vida en armonía y que las necesidades sean solucionadas, han llevado a los pueblos a tremendas divisiones.
Ninguna sociedad debería vivir en enfrentamientos continuos, así no se evoluciona nunca.
LA DEMOCRACIA ES EL LUGAR DE ENCUENTRO DE PERSONAS QUE DESEAN CONSTRUIR UN MEJOR PAÍS. La democracia más alta se realiza en la cámara alta, en el parlamento. Parlamentar es hablar. Un ring es un cuadrilátero para luchar y darse bien en todas partes, pero un parlamento es propio para las señorías, es decir, para caballeros educados que no importando su lugar de nacimiento o lengua se reúnen para parlamentar, para comprender y ser compasivos, para discernir y averiguar formas. Si hay coherencia Parlamentaria aparecerán soluciones, porque SIEMPRE APARECE LA INTELIGENCIA DONDE HAY ORDEN.
La persona que carece de señoría parlamentaria es la que no sabe escuchar, que viene con un discurso escrito y que en vez de analizar sosegadamente y tratar de comprender otros conceptos, se dedica a destruir todo aquello que no es de su color.
La Señoría parlamentaria es propia del que habla sin dañar, de proponer sin imponer, de exponer, del que escucha en silencio para poder comprender más.
Su Señoría debería saber, antes de jurar su cargo, que hay colores diferentes, visiones diferentes, QUE LA ARMONIA DE LOS COLORES ES LO QUE DA BELLEZA A LA PROPIA VIDA.
La lucha constante es propia de brazos armados que nunca habitan allí donde hay cabezas equilibradas y abiertas al crecimiento.
El Señorío es la forma elegante de caminar por la vida, aunque sea descalzo, pero sin dañar a nadie, sin provocar ni confrontar.
¿Dónde estás Señoría? Vamos, salga, que no se le ve, y el pueblo le necesita. Tome su posición, que vea azul o rojo eso ahora no importa, lo importante es saber escuchar, ser prudente y bien hablado, que la elegancia parlamentaria es propia de Señorías.
Permítame Su Señoría recordarle que los colores cambian durante el día y en todas partes; que la apertura mental, propia de elevada consciencia, ve con más nitidez, que el logro supremo está en la transparencia, esa es la realidad que no ve problemas y siempre encuentra soluciones.
Permítame Su Señoría recordarle que antes que usted están los padres, que son las Señorías de la familia (o deberían serlo), porque la democracia debe vivirse desde el hogar, y los hijos deben saber que la falta de respeto a los padres es lo peor que pueden hacer para ellos mismos. Sin respeto o buenos modos no habrá felicidad.
Permítame Su Señoría recordarle que antes que usted está la educación profunda y completa. ¿Para qué queremos niños que sepan ciencias si no saben ni convivir, ni vivir sanamente?
La Inteligencia debe ser la Reina del hogar. El sentimiento debe ser el Rey del Hogar. Todo funciona mucho mejor cuando el enfoque y los deseos van encaminados al bien común y no al propio.
Como no podemos hacer cambiar la realidad que otros ven, aprendamos a ver cómo podemos apreciar la realidad de la vida de la forma más profunda, porque hay cosas que los ojos no ven y además nos confunden. Sí, hay que ser más conscientes. Cuando dormimos no hay consciencia del dormir, ni cuando soñamos, y hay vigilias en donde aún no ha sonado el despertador.
La consciencia es mayor cuanto más profunda sea la Visión. La “V” tiene un ángulo cerrado, la V es cegata, y se amplía cuando el punto de unión de las dos líneas (izquierda y derecha) crece hacia dentro, cuanto más profundiza más se abren sus líneas, que pueden ser dos o miles. EL PUNTO DE UNIÓN CONSIGUE SU EXCELENCIA ( DEMOCRACIA SUPREMA) CUANDO LAS LÍNEAS SE ABREN COMPLETAMENTE. ( ___.___ ) Ninguna LÍNEA pierde su identidad, todas ganan una visión sin límites.
El Punto es la Unidad, el Universo es la Totalidad. Los Puntos son las individualidades que cuando consiguen adentrarse en el campo profundo de la vida ganan visión global, ganan pureza interior y exterior.
El punto que se funde en el espacio cósmico, no pierde su identidad, la Magnifica.
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“La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy” – Séneca
“Esforcémonos en vivir con decencia y dejemos a los murmuradores que digan lo que les plazca.” – Molière
“El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla.” – Mahatma Gandhi
“La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar.” – Francis Scott Fitzgerald
José Antonio Cordero
Director
AGRICULTURA VEDICA MAHARISHI.