Por Ruder Rueda.- El diálogo interno es esa conversación constante que tienes contigo mismo, en la que te preguntas cosas, te dices cosas y te respondes, donde también entra en juego la forma como te diriges a ti mismo, cómo te tratas y cómo te dices las cosas.
Todo el tiempo estas conversando con alguien que ha tenido la misma experiencia de vida que tú, la misma formación, la misma educación y vivencias, comparten los mismos principios, valores, sueños, miedos, culpas, creencias, emociones y pensamiento lógico. ¿Lo conoces?
La calidad de ese diálogo depende de que tanto te conoces y de cómo te ves a ti mismo. Eso marcará la diferencia entre un diálogo que te motive e impulse en el logro de tus sueños, y otro que por el contrario te sabotee constantemente.
Pongamos en un ejemplo:
Imaginemos que tu experiencia de vida ha hecho que confíes en tu capacidad para afrontar o sobrellevar el cambio, muy probablemente no tengas problema en enrumbarte en un nuevo proyecto y conseguir alcanzar el objetivo, pero si por el contrario, te crees incapaz de manejar los cambios, por más que sueñes con: un nuevo empleo, una nueva casa, una nueva pareja, etc., utilices técnicas de visualización y tengas mente positiva, tu dialogo interno va a sabotearlo, el miedo al cambio te va a decir: “estas seguro que eso es lo que quieres”, “me da miedo”, “la verdad no creo que pueda manejarlo”, “eso no es para mí”, “la gente como yo no logra esas cosas”, “en realidad crees que te lo mereces”. Con tales argumentos, es muy poco probable que consigas alcanzar tu objetivo.
Si analizamos las expresiones utilizadas, podemos darnos cuenta que hay un trato severo e irrespetuoso. Cada expresión refleja inseguridad, miedo, culpa y desmerecimiento.
Cada caso es muy particular ya que no existe ningún ser humano que comparta las mismas experiencias de vida con otro, por tal motivo, es importante que escuches atentamente ese diálogo interno y tomes nota de las cosas que te dices a ti mismos, las expresiones que utilizas y cómo te dices las cosas. Este ejercicio te va a permitir darte cuenta cómo es tu relación contigo mismo. ¿Te conoces?, ¿te respetas?, ¿te aceptas?, ¿confías ti, en tus capacidades?, ¿te juzgas?, ¿te culpas?, ¿te sientes merecedor de alcanzar tus sueños, o de atreverte a soñar?, ¿te amas?
La buena noticia es que el diálogo interno se puede cambiar, existen técnicas de PNL que puedes utilizar, además de otros ejercicios de los que podemos conversar en una próxima entrega. Si cambias tu diálogo interno puedes lograr todo lo que te propongas, tendrás una mejor relación contigo mismo y ya no habrá límites de lo que puedas alcanzar.
Ruder Rueda