Por Ana Karen Navarrete.- Desde niños se nos dijo: Estudia para que tengas un buen trabajo y tengas mucho dinero.
Pero, ¿Qué pasa cuando después de estudiar y tener un trabajo sigue habiendo un vacío en ti?
Llega un momento en que te sientes confundido, quizá no le encuentres sentido a la vida y con ganas de rendirte por la desesperación.
Si estás pasando por esto, te invito a que primero des un gran respiro y mentaliza que todo está bien y hay un propósito en esta situación, no lo ves, pero confiar en que algo mayor a ti guía tu vida, llámalo Dios o como gustes, créeme que te dará mucha más paz.
Date un tiempo para estar a solas, lo mejor que puedes hacer es estar en la naturaleza y dejarte llevar, el simple hecho de estar en contacto con los árboles, el aire puro, los pajaritos, te dará paz y esperanza.
Todos tenemos algo que ofrecer al mundo, te puedes hacer las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los temas que te apasionan?
¿Qué es eso qué cuando ves que alguien lo hace o la habla, a ti te llena el corazón?
¿A qué profesional o especialista admiras?
Al contestarte estas preguntas, podrás darte una idea de por dónde puedes ir, hablando profesionalmente. Quejarte de tu trabajo sin hacer nada para cambiarlo, solo es una pérdida de tiempo que te puede enfermar.
La vida es maravillosa y es tu responsabilidad disfrutarla, no te compres la idea de que no hay un buen trabajo para ti allá afuera ¡Crea tu ese nuevo trabajo! ese trabajo que te haga dar todo tu potencial, en el que no estás esperando a que sea fin de semana o vacaciones para disfrutar tu vida.
El trabajo perfecto para ti es el que disfrutas hacerlo, claro puede haber subidas y bajadas, pero cuando estés abajo, el amor que le tienes a tu trabajo será tan grande que lograrás superar el obstáculo.
Si te invade el miedo o los “No puedo” en la cabeza, solo déjalos pasar, reconoce que están en ti pero no controlará tu vida porque tú no eres eso.
A veces queremos que las cosas se hagan solo de cierta manera, ya tenemos todo el plan en la cabeza, pero no funciona. Ese es el momento perfecto para soltar el volante de tu vida y pedir la guía de tu mundo espiritual. Afuera no estará la respuesta que esperas y nadie tiene que decirte qué hacer con tu vida, esa respuesta está solo en ti, confía en ti.
De corazón deseo que sea de gran ayuda lo que te escribí.
¡Un beso!