Por Damián Daga.- «¿Qué es la VERDAD?» preguntó Pilatos. Dos milenios han pasado y ahora más que nunca, volvemos a hacernos la misma pregunta. En un tiempo donde la información y los datos se han convertido en el nuevo oro -fuente de riqueza y medidor de valor-.
La Era de la Información corre el gran riesgo de convertirse en todo lo contrario debido a esa lucha cada vez más visible entre poderes fácticos que manipulan al hombre con noticias contradictorias, tergiversando hasta el extremo y amenazando con convertirnos en una generación de paranoicos y descreídos dentro de una sociedad polarizada, irreconciliablemente dividida en infinidad de frentes hostiles. ¿Y quién se beneficia de esa crispación, de esa división? Y precisamente en un tiempo en que, más que nunca antes en la historia, podemos acabar por, no solo hacer desaparecer a la civilización, sino incluso extinguirnos como especie.
Mucha gente se pregunta «¿dónde está la verdad?». Como respuesta, primero debemos saber «¿qué es la verdad?».
Ante la pregunta expuesta en el título, una respuesta bastante útil es otra afirmación clásica: «gnothi seauton» («conócete a tí mismo»). Solo a través del autoconocimiento, se llega al discernimiento. Entonces, somos libres, ya no podemos ser engañados. A través del autoconocimiento, la intuición se convierte en nuestra brújula, que nos indica siempre el camino correcto, la verdad, a pesar de que los signos externos indiquen lo contrario (después de todo, han sido colocados por quienes están interesados en confundirnos y engañarnos).