
Si parece ayer cuando, como soñadores en cada comienzo de ciclo, planificábamos todo y con detalles, nos poníamos desafíos nuevos, organizábamos los 12 meses, nos proponíamos todo aquello que de alguna u otra forma, queríamos que forme parte de nuestras vidas…
¿Pero qué pasó con toda la emoción del comienzo?, ¿adonde quedaron los planes y el entusiasmo?. Veamos un poco…
CANSANCIO DE MITAD DE AÑO
¿Ya estás cansado/a?. No te preocupes que es normal, somos especialistas en dejarnos llevar por los días, que pasan veloces y nos consumen, y te cuento que todavía faltan los meses más agobiantes (Oh no!).
Si pudiste tomar unos días en las vacaciones de invierno, tal vez tus energías se hayan recargado, pero si aún no asomaste la cabeza en el tren al que te subiste en marzo, la rutina empieza a pesar. Y se nota. Se nota en las iniciativas, en nuestro cuerpo, en nuestros pensamientos, en nuestra tolerancia, en las ganas con las que llevamos adelante los compromisos, se nota en nuestro trabajo. Aunque todavía quedan 5 meses, parece que nuestro gráfico de rendimientos empieza a producir altibajos, difíciles de controlar, y que se va preparando de a poco para bajar, más que para subir. Take it easy! No desesperemos, sólo hay que prepararse: bien despiertos y conscientes.
QUÉ PASÓ CON LOS PLANES?
Estoy segura que te propusiste muchos cambios y objetivos para este año, consciente o inconscientemente. Algunos planes nos superaron y están en nuestras cabezas en la categoría “pendiente” demostrándonos que somos un poco idealistas a principio de año, o lo que es peor, haciéndonos sentir disgustados con nosotros mismos por no habernos organizado aún para llevarlos a cabo. Otros, aunque no explícitamente blanqueados, los hemos pasado automáticamente a la “carpeta nueva” del 2018 (si, somos geniales para acumular obligaciones, responsabilidades y sueños en el largo plazo), otros los estamos llevando a cabo, por eso tenemos que intentar no culparnos, ya que necesitamos nuestras energías activas para poner lo mejor de nosotros en las actividades que sí pudimos emprender o continuar haciendo, y la mente en todas las otras de las que no podemos escapar, y además…todavía quedan cartas por jugar!!.
Todavía estás a tiempo de retomar algunas cosas. Quiero que pienses (y como siempre que agarres un papel y una lapicera) y te preguntes, con la cabeza en este momento presente: ¿los objetivos que me propuse eran demasiado utópicos a comienzo del año, o la fiaca y la comodidad lograron ganarme?, ¿qué factores sabía de antemano que podían llegar a complicarme para hacer todo lo que me estaba proponiendo?, ¿en verdad me complicaron o son una excusa? ¿tuve situaciones inesperadas que influyeron en mis decisiones de no arrancar, no avanzar, no continuar, abandonar? ¿porqué creí que podría hacerlo todo y ahora siento que es una locura?, ¿cuáles son las cosas pendientes que de verdad me gustaría hacer este año y que, si no tuviera miedo o cansancio, haría?, ¿creés que podrías comprometerte con alguna de ellas?.Dale, ¿qué estás esperando para arrancar de una vez?, tomá de una vez lo que te pertenece. Este es el momento.
TIPS
1) Llevá a cabo un plan sencillo para organizarte, tomá la decisión y da los primeros pasos (SIIII, AHORA).
Saludos y buena semana!
Natalia Solange Castrege