Respira

Por Andrea Vallejos Campos.- Respira profunda y conscientemente, cuando estés con tristeza,  angustia, rabia, miedo, frustración, agobio, cansancio, cuando colapses o estés en una crisis,  solo siente tu respiración con humildad en tu corazón…inhala…exhala…cada vez más lentamente, una y otra vez como un mantra respiratorio, aliviará tu pesada carga, curará tus heridas como un suave y delicado soplo del universo, doblegando el caos mental, que no te permite ver con claridad, para que finalmente el silencio que no tiene tiempo te hable suavemente…recordándote  que tu corazón late al unísono con todo lo que hay y existe, te conectará con tu ser, que vibra constantemente en amor, que se asienta en un lugar incomprensible a la mente humana, que contiene la sabiduría del todo, te brindará la conexión y coherencia necesaria para comprender lo que parecía incompresible, te ayudará a dar la lectura sagrada y correcta a cada palabra, acción o acontecimiento recibido en ese momento evolutivo de tu vida, te enseñará a  bailar al ritmo del cosmos, que no tiene tiempo terrestre, que férreamente amoldará tu paciencia, apagará el fuego de la rabia y frustración, aplacará la soberbia de tu ego, te dará el coraje para seguir avanzando, te acurrucará en sus brazos cuando estés exhausto o triste, forjará la humildad necesaria para aprender lo nuevo y romper lo viejo, te ayudará a amar tus sombras; solo respirando con conciencia, descubrirás la sagrada medicina que hay tras esta acción,  que es parte de ti y de cada ser, que es un regalo con el cual encarnaste, calmarás y armonizarás tu cuerpo y espíritu, liberándolo de emociones, que tal vez en su momento era necesario sentirlas, para experimentar tus límites y determinar quien realmente eres…con el tiempo se te hará un hábito, una o varias veces en el día, respirar larga y detenidamente, sintiendo el aliento del cosmos en ti, como sube y baja tu pecho rítmica y perfectamente, recordándole a tu corazón lo que le hace latir intensa y felizmente,  alineándote con tu propósito.

Cuentan algunas almas milenarias, que habitan aún este planeta, que Espíritu dotó a cada ser que vive en esta dimensión, un número contado de respiraciones, ni una de más ni una de menos… una vez agotadas estas respiraciones cada ser abandonaría este plano para trascender… esta sagrada acción es la primera que hacemos al nacer en este plano físico y la última antes de partir; dentro del abanico de emociones que sentimos a diario, algunas aceleran nuestra respiración haciéndola superficial y a veces dificultosa, aumentando los ciclos respiratorios por minuto, otras la enlentecen haciéndola, incluso, imperceptible;  muchas de ellas nos hacen sentir felices, armónicos y en paz y otras nos desgastan y enferman….entonces, tal vez deberías de preguntarte ¿en qué tipo de emociones has invertido tus respiraciones?.