Home » Artículos » Sabiduría silenciosa

Sabiduría silenciosa

Por Isa Campillos.- El silencio habla más fuerte que las palabras.

Las palabras intentan rellenar el silencio que subyace en el fondo de las superficialidades.

El silencio abraza,
la palabra a veces ahoga.

El silencio no busca,
encuentra.

La palabra corre tras la secuencia perfecta.

Por eso para expresar,
muchas veces no es necesario hablar.

No es necesario explicar lo que muchos no entienden.

Para expresar solo hay que dejar vía libre al sentimiento.

A la dicha, a la vida en sí misma.

Que en cada instante nos está reconduciendo.

Bienaventurados en el camino del Ser.

La esencia se nutre del silencio y de la alegría innata.

La palabra, el ruido y las opiniones, sólo provocan desviaciones de la genuinidad.

La de la vida, la tuya, la que se te dio desde que nació tu brillo esencial.

Mágico, cuando te dejas escuchar, a tu soberano interno.

El silencio trae respuestas, trae regalos y trae un conocimiento a veces doloroso,

ancestral.

Pero también recoge sabiduría casera y de andar por casa,
porque realmente conoces,
todo lo que ocurre ahí.

El silencio maestro,
la palabra, una acompañante de la mente.

Que necesita ser canalizada, enfocada hacia algo.

El silencio está permanente y estático,
acompañante a diario en cada circunstancia.

Cuando aprendes que el silencio es el mejor maestro,
porque te une a tu esencia y espíritu,
comprendes lo verdadero.

Apreciando lo importante,
dejando de poner parches en las heridas.

Agradeciendo cada instante,
escuchando a tu corazón y no poniendo tapones para ser otro u otra.

Porque el ruido te aleja de lo que eres.

Lo externo te modifica si lo permites,
al igual tu modificas también,
con tus palabras.

Cuando las palabras no aporten más que el silencio,
no las digas.

Porque muchas veces es un rato de silencio,
lo que más necesitamos.

Reencuentro interior,
hacia el corazón del fuego eterno.

 

También te puede interesar

¿Calor en el embarazo? ¡La culpa es del clima!

Bueno, bueno, bueno, aquí estamos de nuevo, navegando por las turbulentas aguas de la información ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *