Las ballenas son uno de los animales marinos más antiguos de los que se tiene constancia. Por eso, son objeto de estudio y una parte esencial de los ecosistemas oceánicos.
Tras numerosas investigaciones, la ciencia afirma que, estos cetáceos, ayudan a enfriar la Tierra y frenar el cambio climático. Esto es debido a que, sus cuerpos, acumulan una gran cantidad de carbono (que es responsable principal del calentamiento global); controlando la temperatura de los mares. Incluso cuando mueren, sus pesados cuerpos se hunden en las profundidades, conteniendo ese carbono contaminante.
Son ya muchos los países que se han sumado a prohibir el cautiverio de ballenas, como por ejemplo Canadá. De igual forma, se está condenando muy duramente posturas como las de Japón, que insiste en seguir cazando a estos animales.
Biólogos de todo el mundo aprovechan esta investigación para recordarnos la importancia de conocer nuestro ambiente y los diferentes factores que intervienen en él, de forma que dejemos de maltratar y descuidar la naturaleza.