En Israel, más concretamente en la ciudad central de Ramla, unos investigadores han encontrado restos óseos de un hombre prehistórico y previamente desconocido para la ciencia.
La osamenta data de unos 140.000 años y no se corresponde con ninguna especie de Homo conocida, por lo que aporta nueva información sobre el curso de la evolución humana.
“Aunque comparte algunos rasgos comunes con los neandertales y otros hombres arcaicos, este homo es muy diferente. Tiene una estructura de cráneo bastante llamativa, sin mentón y con dientes muy grandes” indica uno de los arqueólogos responsables del hallazgo. “Se han encontrado también gran cantidad de huesos animales y herramientas de piedra, que están siendo actualmente analizadas”.
Los restos demuestran que, junto al Homo Sapiens, otro Homo arcaico rondó la tierra. De hecho y, como en una encrucijada entre África, Europa y Asia, el territorio de Israel sirvió como punto de encuentro; donde diferentes poblaciones humanas se mezclaron para luego extenderse por el mundo.