En España, los objetivos marcados por el Gobierno exigen que, en 2023, haya 250.000 vehículos eléctricos en circulación y que, en 2030, la cifra ascienda a 5 millones. Debido a esto, varias asociaciones de desarrollo y movilidad se han puesto de acuerdo en lanzar un comunicado con un claro mensaje: es necesario implementar un plan de ayudas directas a la compra de estos vehículos y reducir el IVA, contribuyendo a romper la barrera del precio de adquisición.
Son muchos los ciudadanos que quisieran contribuir a la disminución de contaminación por medios de transporte, pero que no disponen de los recursos necesarios que les permitan el acceso a este tipo de automóviles, que tienen, en la mayoría de los casos, precios desorbitados.
“Los datos ponen de manifiesto que, las empresas automovilísticas, están conteniendo la renovación de sus flotas hasta poder disponer de este tipo de ayudas o incentivos. De lo contrario, fabrican vehículos a los que no están pudiendo dar salida”.