Un grupo de jóvenes arqueólogos ha descubierto la pintura rupestre más antigua del mundo: un jabalí. El hecho ha tenido lugar en una cueva de la isla de Célebes, en Indonesia.
La cueva, llamada “Leang Tedongnge”, está en un valle muy distante y circundada por acantilados, por lo que es difícil de visitar. Para su creación se utilizó pigmento rojo y la pintura tiene 136cm de ancho y 54cm de altura.
Cabe además destacar que, a pesar de sus 45.500 años de antigüedad, el dibujo del animal está muy bien detallado; con una cresta de pelo y sus típicas verrugas faciales.
La pintura no está aislada: hay dos huellas de manos humanas a un lado del jabalí. Igualmente, hay otros dos cerdos dibujados en la cueva (pero solo se han conservado parcialmente). Parece que el jabalí los observa mientras ellos luchan. Esto, según varios expertos, podría representar una escena social entre los animales.
Este tipo de descubrimientos son de vital importancia para conocer la historia del ser humano y cómo se produjo nuestra evolución; a veces en lugares inexplorados.