Por Isabel María Campillos Pérez.- Tan difícil dejar (SE) ser y tan fácil desaparecer (SIENDO).
Sé siendo, pero siendo tú, no un reflejo de la multitud.
Eres grandeza aún cuando caminas sólo, porque lo eres todo.
Eres certeza aún cuando tropiezas y desordenas tu rompecabezas.
Porque la pieza que falta eres tú.
No consientas ningún contrato de alquiler, sé quien has venido a ser.
No caigas en abismos imaginarios.
ni esperes al siguiente aniversario para reconciliarte con tu adversario: tú mismo.
Deja de pelar contra ti, destierra el miedo a ser feliz.
Porque si lo eres habrás devorado de un bocado y con agrado todos tus «aciertos equivocados».
Y es que no hay equivocaciones, tan sólo acciones guiadas por emociones.
Procura que sea tu corazón quien dirija tu guión.
Quítate ese caparazón que te obliga a tener siempre la razón.
Busca tu propia convicción.
Pasa de la motivación al compromiso.
Date permiso para dejar de ser sumiso y esclavo de tus circunstancias.
No hay estancias tan rancias como esas idas y venidas en las que no terminas la partida.
Esa partida que dejaste partida por no querer dirigir tu vida.
Actúa ahora.
Se tú, pero SE SIENDO no desapareciendo.