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Hace ya dos años del gran incendio en la antigua catedral parisina de Notre Dame, en Francia.
La reconstrucción está ya en marcha, reparación con la que todos están de acuerdo, pero ahora existe un nuevo conflicto; la madera que se está utilizando para ello, está siendo obtenida de la tala de más de 2000 árboles antiguos del bosque de Bercé.
Desde hace muchos años, el bosque de Bercé ha sido muy respetado debido a su belleza natural, pero la tala a la que se le ha sometido está alterando su ecosistema y también su biodiversidad.
Los activistas medioambientales ya se han movilizado. Hasta este momento, se han recolectado 40.000 firmas para frenar la tala, aunque el gobierno francés se ha negado a atender la petición.
“La reparación del techo de la catedral de Notre Dame es un asunto de Estado, se trata de una construcción que merece ser rescatada y nadie podría negarlo. Pero, ¿no es importante también preservar la naturaleza? Pocas veces se logra tener un bosque de árboles milenarios como este… Lo cierto es que no parece justo que desaparezca” alegan los portavoces del movimiento.
