Por Nohelis Ruiz Arvelo.- Cambiar o reinventarte según las fórmulas de otros no es la solución, se nos piden desde el centro del Universo que nos convirtamos en creadores. Con las herramientas que tengas a mano y la que recibas, que además es solo para ti, no para que se la impongas a otros, sino para que la utilices en la creación de tu realidad. Ser la voz y no el eco, ser el que ofrece los milagros y no el que los pide.
Hace muchos años, me atreví a decir: “Así no, aquí no y por aquí no” dejar de seguir el camino que me han dicho que es el único que existe, pero que a nadie lo ha llevado a la felicidad. La idea es respetar las leyes, pero no someterse a ellas.
Algunas personalidades, algunos personajes, historias, mitos, leyendas, cuentos o buenas prácticas (que no métodos, ni imposiciones) te pueden inspirar a ver, crear, andar, experimentar tu camino, pero solo tú, de forma responsable y honesta contigo, puedes andarlo, y solo así inspirar al otro, a que camine el suyo.
Comparto algunas preguntas para reflexionar sobre este punto:
- ¿Seremos capaces de ocuparnos en crear lo que tenemos que crear?
- ¿Seremos capaces de ver nuestro camino y no el de otros?
- ¿Podremos acompañar al otro a hacer su camino sin imponer el nuestro?
- ¿Podríamos aceptar el hacer del otro sin pretender cambiarlo?
- ¿Es posible acompañar al otro a descubrir sus propias herramientas sin imponer las nuestras?
- ¿Crees que es posible aceptar que los otros tienen su espacio/tiempo diferente al nuestro?
Se trata de saber hacia dónde vas a caminar tú, no hacia dónde quieres que el otro camine, ni que tu sigas el camino de otro.
Yo lo intento, lo aplico, me desvió, y vuelvo a aplicarlo una y otra vez, te aseguro que vale y merece la alegría, es la única forma de saber si te funciona, aplicándolo, viviéndolo, haciéndolo.