Por Isa Campillos.- Beneficiosa es la risa,
que se desliza por la cornisa de tu alma.
En gloria siempre,
enriquecida y dormida de sueños.
Beneficioso el gozo real de la carcajada,
que no te deja ni pestañear.
Qué liberación!
No hay nada más importante que Ser,
que permitir que el placer recorra nuestras venas.
Y dejar la tontería ajena que envenena,
que crees que gobierna tu Ser superior.
Que te enriqueció,
con todos tus dones para permanecer,
saludable.
Sí, hay veces, que hay cosas que no vamos a poder remediar.
No hay «parches» que puedan con algunos procesos.
Pero sí hay, VOLUNTAD.
Sí existe, un espíritu compatible con eso que le está ocurriendo.
Pues el espíritu siempre tiene el coraje,
aunque el miedo te frene algunas veces.
El que no siente miedo,
es alguien peligroso. Lo verdaderamente admirable es sentirlo y domarlo.
El que no siente miedo, no siente amenaza.
Y quién no siente amenaza, esta alejado de la sensibilidad del mundo.
No hay que dejar poseernos, y ser demasiado vulnerables.
Pero si, hay que permitir que el dolor nos cambie, para mejor.
Solamente así, puedo ayudarme.
Permitiendo que el dolor me abra profundamente en canal.
Y solamente así,
sale la sonrisa más verdadera.
La que no se fuerza ni se va con el temporal.
La que permanece, pase lo que pase.
Porque solo ella sabe lo que le costó encenderse.
Aunque quizás, uno de los dones más importantes es el de saber reír ante el supuesto desorden.
El espíritu trae su propio don para salir adelante.
Si lo nutres, sabrás cual es la salida.
La mente es perezosa, no quiere aprender nada nuevo.
La mente recuerda aunque no quieras y te mete en callejones.
Pero realmente, es tu alma la que sabe. La que entiende los «por qués» y la que te está llevando por el camino correcto.
El camino del no sufrimiento.
El camino de la aceptación, de tu Ser al completo.
El camino de la superación, de la rendición.
Al camino de:
«se que todo lo que acontece me está llevando a mi mejor manifestación y no tengo que temer».
La transformación no es evidenciable continuamente,
el cambio se va produciendo paulatinamente.
Poco a poco, y de repente un día, todo es quietud.
Aprendiste que la naturaleza no va de tiempos, si no de trasmutaciones.
Que cada Ser tiene su energía, que puedes con la lección que se postra ante ti, pues el maestro eres tú…
Cuando eliges tu transformación.