Por Katia.- Siento que cada vez que te veo mi corazón se emociona , las comisuras de mis labios se extienden , es como una luz que aparece a nuestro alrededor , es amor , es un sentimiento que no se puede explicar claramente , solo se puede vivir , sentir.
Cada instante juntos es mágico , como si la pieza que faltaba encaja ahora; puedo verte y tocarte , saber que estas presente, observarte y hablarte . escucharte y sentirte. Los días transcurren y sigues presente , los meses pasan y la emoción continua.
Ese sentimiento de amor a veces no lo vemos, pero puede ser apego , es necesario saber que somos independientes de un sentimiento que fluye para relacionarnos con el otro o con los animales , hasta objetos.
El apego emocional a veces no es fácil detectarlo o hasta enfrentarlo. creemos que es cariño, aprecio o amor. Esa excusa a veces le ponemos a nuestro miedo a soltar, alejarnos físicamente tampoco es la solución, en realidad, no existe solución, es actuar, para sentirnos plenos y libres de corazón , sin ataduras, sin condiciones.
Es posible estar junto a una alguien pero no estar apegado, porque sabes que es libre al igual que uno mismo, se trata de amor propio de valorarse, de encontrar el camino a nuestro corazón.
Tenemos que darnos cuenta que puede tratarse de un espejo, de miedos o heridas de la infancia, algo que nos condiciona a apegarnos a otro, buscando llenar un vacío que sentimos, o evitar sentirlo.
Es primordial entonces aprender a amarse, a valorar nuestras habilidades como debilidades, nuestro lado de luz y no luz, cuando nos amemos intensamente, será cuando, menos apegos tengamos.
Finalmente, el amor propio es esa fortaleza que tiene el alma para no ver en otros una salvación, un ancla, porque seremos capaces de superar con amor los retos que tengamos que atravesar por la vida terrenal.