Por Isabel María Campillos Pérez.- ¿Amas tu oscuridad o piensas que estorba en tu vida?
Puede que todavía te parezca sombrío el hastío.
Es posible que te dejes llevar por el vendaval sin más.
Y es que no te das cuenta que en tu oscuridad también reside parte de tu potencial.
Esa parte que escondes de ti, esa emoción que te niegas a sentir condenandote a sobrevivir.
Esa furia que arranca montañas, esa ira con la que diseñas cada una de tus artimañas.
La parte menos amigable no es menos apreciable, pues te ayuda a impulsarte hacia delante.
No camufles tus facetas, no aceptes falsas etiquetas.
La sociedad busca arquetipos perfectos, personajes envidiables fácilmente imitables.
No es malo sacar el sable ni dejar de ser domable.
Si es patológico ser sobreviviente de un paradigma exigente, siendo turista de ambientes falsamente complacientes.
Fundete en tu verdadero ser.
Transmuta cada uno de tus estados e integra hasta el menos acertado.
Tu oscuridad también forma parte de tu genuinidad.
No te exijas demasiado ni niegues tu vulnerabilidad.
No sólo reluce lo bonito, pues la belleza está en la espontaneidad.
No importa si hoy te encuentras en el centro de tu tempestad interna, el que marca el tiempo eres tú.
Tu luz es magia, pero tu oscuridad contagia.
Tus heridas reflejan el matiz perfecto hacia lo sublime.
No niegues esa parte menos «aceptable», no esquives tu ola emocional para agradar.
Deja de centrifugar tu ser esencial.
No engordes tu ego con mentiras como templos.
No machaques tu amor propio fingiendo ser feliz cuando sólo quieres partir.
No es lo mismo encajar que destacar.
No es lo mismo retar que superar.
Se alumno y maestro de ti mismo.
La mayor conquista es la personal, buscando nuestro el mayor bienestar.
Abraza y ama cada parte de ti.
Amplifica tus contrastes.
Tu sombra es el eclipse lunar que disuelve cada malestar, es la fuerza que te empuja hacia tu despegue brutal.
No pidas permiso ni escondas tu mala onda cuando asome por tu ventana emocional.
Eres mucho más de lo crees.
Más grande que tus logros, más duro que tus caídas.
Luz cuando sonríes, potencia cuando recibes sentencia.
Y es que no hay ciencia que pueda con tus ocurrencias.
Acepta tu sombra, forma parte de ti. Comprende al niño herido que un día quiso ser comprendido.
Sánalo con cuidado, recuérdale todo lo que ha progresado. Rememora cada una de sus victorias.
Tu manifestación incluye tonos y formas.
No te autoimpongas normas y reglas ajenas.
No permanezcas en la trena de forma voluntaria.
Si rechazas una parte de ti, estás prohibiendo tu existir.
Goza de cada sensación vivida, es la revelación que dará pistoletazo de salida hacia una vida mejor sentida.
#seresencial #integracion #vulnerabilidad #sombra #contraste #aceptacion #autoestima