Por Andrea Fernandez.- Considero que la mayoría nos hemos dejado llevar en algún momento por esa corriente externa de “todo debe estar bien”.
Sin embargo no es así. Nuestra condición humana nos hace, en base a una serie de factores (pensamientos, emociones, interpretación del exterior, etc) pasar por momentos donde no nos encontramos así.
En ocasiones no podemos verlo distinto, en ocasiones nos va a llevar más tiempo aceptar cualquier situación y en ocasiones simplemente duele, y lo que duele no es agradable para nadie. ¿Y sabes qué? no pasa nada.
Tal vez, ese punto es en el que una persona necesita saber más que nunca que lo que está buscando es en realidad a sí mismo dentro de todo lo que la rodea y ejercer una unidad que no esté limitada a la búsqueda y encuentro de algo externo porque hayamos escuchado que eso es así. De lo contrario, nos sentimos perdidos, incomprendidos y solos.
Luego, no habrá quien no diga, por ejemplo, “no tienes que estar mal, no tienes motivos, no aguantas la vida y la vida es así”…
Y si ya sentíamos en cierto modo el fracaso al no poder encontrar aquello que se nos dice que tenemos que encontrar para ser felices o estar bien, nos sentimos doblemente mal al entender que además nos sentimos mal y que desde fuera se nos hace saber que no es así, que debemos estar bien.
¿Estamos buscando donde no es y lo que no es?
Estoy casi segura de ello, pues creo que la felicidad o ese sentimiento que nos hace estar en paz, no consiste en algo aquí o allá, sino que tenemos el PODER diría que olvidado de elegir dónde y cuándo, o en el mejor de los casos llegar a comprender que ni siquiera hay que elegirlo, que está ahí todo el tiempo. Es algo personal, es algo íntimo, somos nosotros sin el bullicio interior.
Lo demás son momentos. Momentos que en nuestra interpretación decidimos si son buenos o malos, pero más allá de nuestra interpretación hay un mundo entero e infinito.
De la misma forma que fuimos al colegio y adquirimos información que no teníamos, todo es un continuo aprendizaje y a veces hay que buscar ayuda, sin estigmas, solo porque NOS MERECEMOS encontrarnos con aquello que nos haga sentir bien, incluso en lo que consideramos negativo. Que nos proporcione todo aquello que podemos percibir no tener o no encontrar.
Como seres humanos no podemos saberlo todo y esto no indica más o menos inteligencia, sino que estamos experimentando cada uno en base a nuestra propia vida situaciones distintas y diversas. Los zapatos de cada uno, son los zapatos de cada uno.
Pienso que hay que educar y mostrar que los seres humanos tenemos, todos, sin distinción, los recursos, herramientas y cualidades necesarias para hacer de nuestra vida lo mejor, lo que realmente queremos hacer. Pero para ello hay que dejar de preguntarse ¿Qué se hace ahí fuera o qué se busca? Y comenzar a preguntarnos ¿Qué es lo que yo quiero hacer y encontrar?
Es en ese sentimiento de unidad entre lo que somos (lo primero que debemos descubrir) y lo que nos rodea donde se encuentra prácticamente siempre lo que uno busca. Y no se ve si no se siente primero. No es ver para creer, es creerlo y saberlo para poder verlo, crearlo así.
La fuente del bienestar personal está completa en cada uno de nosotros. Reconocerla o aprender a reconocerla nos hará libres, nos llenará de realidad real, fuera de interpretaciones de la misma.
Una vez alguien me dijo: Yo no me encuentro bien en este momento. Lo asumo y no quiero cambiarlo sin comprenderlo por otro aparentemente amable y sonriente pero vacío. Si no soy capaz de encontrar por mí mismo aquello que busco, entonces haré que eso que busco venga a buscarme a mí.
Y para llegar a ese encuentro, uno debe simplemente estar dispuesto a dejarse encontrar con el menor ruido mental posible. Es la única premisa. Bien y mal son solamente condiciones de nuestra mente, pero el resto, el resto es libre.
El dolor dentro de una situación es inevitable, forma parte del paquete de la vida y aprender a vivir con ello es posible. Sin embargo comprender ésto significa descartar el sufrimiento, que dentro de ese dolor es quien no nos permite avanzar.