Por Francisco Menchén Bellón.- GENERAR NUEVAS EXPERIENCIAS
“… mientras la imaginación da cuerpo a formas desconocidas. la pluma del poeta las convierte en figuras, y a la etérea nada le otorga una residencia y un nombre” SHAKESPEARE (El sueño de una noche de verano)
¿Sabes que Rafael Yuste dirige un nuevo proyecto de gran valor para la neurociencia?
Este brillante investigador español fue invitado a intercambiar ideas sobre los misterios del cerebro humano, donde participaban neurobiólogos y físicos de fama mundial. Este joven científico hizo la propuesta siguiente:
“Desarrollar las técnicas para mapear la actividad completa de los circuitos neuronales en animales y personas”
Muchos de sus colegas empezaron a decir: “Eso es imposible”, “Va a costar mucho dinero”…
Un grupo de cinco personas se entusiasmaron con esta proposición, y al final el presidente de los EEUU, Barack Obama, impulsó esta idea, siendo el resultado el megaproyecto científico BRAIN.
¡Qué forma tan apasionante de generar nuevas experiencias!
Captar la realidad, tomar conciencia de ella, es importante; modificarla, cambiarla o transformarla es imprescindible, pero el paso más decisivo para ser creativo es generar nuevas experiencias y saber comunicarla al exterior, de modo que, aporten otros significados, ideas, valores o teorías. Todo ello es un proceso de reinvención y redescubrimiento, que surge cuando uno es capaz de generar una nueva visión de la realidad y después sabe comunicarla, expresarla y hacerla extensible a los demás. Si no se expresa el nuevo hallazgo, la creatividad se anula. La capacidad de generar nuevas experiencias es el cimiento de la creatividad.
Generar nuevas experiencias, desde una perspectiva creativa, requiere tres condiciones: conocer plenamente el hecho o acontecimiento, sentirse seguro de sí mismo y estar libre de condicionamientos. No vale una expresión mecánica y rutinaria; la expresión creativa es un movimiento que va del interior más profundo al exterior, es una liberación de lo que hay dentro.
Todos nacemos con una capacidad extraordinaria para la creatividad y en la mayoría de las ocasiones sólo expresamos una mínima parte, pero hay muchas personas que no la aprovechan en absoluto. Cada persona puede exteriorizar lo que lleva dentro por medio de la palabra oral o escrita, los lenguajes artísticos (musical, escénico, plástico, motriz), las ciencias y las tecnologías conocidas. Algunas veces surgen los bloqueos y no podemos expresar nuestra creatividad.
Una nueva experiencia puede surgir de una combinación fortuita, de una asociación inesperada o de una relación de cosas inusuales. El auténtico poder de la creatividad está en cambiar la forma de mirar, pensar, sentir y actuar. Nosotros configuramos nuestra vida según las circunstancias y las realidades que percibimos. Sólo cuando cambias tus pensamientos puedes cambiar la realidad.
La posibilidad de generar nuevas experiencias es un proceso creativo, pero no hay que olvidar que hay muchas realidades posibles o alternativas. Intuir o imaginar todas las posibilidades es ampliar el rango perceptual de los sentidos. Cambiar la percepción como la conocemos por la intuición supone un salto cuántico. Esto es posible cuando se logra una conexión profunda con el entorno, por medio de la contemplación y el compromiso, ya que llega a la conciencia la comprensión de las ideas primordiales. No puede haber creatividad auténtica si no parte del interior, ni tampoco sino se expresa al exterior.
¿El alumno puede ser capaz, ante un tema determinado, generar y expresar nuevas experiencias, utilizando cualquier tipo de lenguaje?
¿Por qué no?
El docente debe brindar al alumno la posibilidad de expresarse de diferentes maneras, pues es una capacidad natural y está presente en todas las culturas; pero igual que se puede estimular se puede reprimir, todo depende de cómo se sienta el niño o el joven: la autoestima y el entusiasmo estimula tener iniciativas, el miedo y la inseguridad la reprimen. Los expertos dicen que la escuela ahoga la creatividad. Tenemos que dejar de ser víctima y pasar a ser protagonista de la vida.
El maestro debe tomar conciencia de los talentos y posibilidades expresivas que tienen sus alumnos y respetar su manera de ser, permitiendo que afloren sus fantasías, sueños e inquietudes; no debe tratar de moldear su mente a un estilo preestablecido, como ha hecho siempre la escuela reproductora. El maestro tiene que asumir el compromiso de que sus alumnos experimenten el placer que supone expresar sus ocurrencias, sus inventos, sus descubrimientos, sus genialidades o sus locuras. Hay que satisfacer la necesidad vital de expresarse con espontaneidad.
Las múltiples posibilidades que tiene la realidad se concretan y conviven simultáneamente, hasta que el alumno selecciona una. Es como el sistema de TV por cable: mientras yo veo un canal, otros muchos canales siguen funcionando simultáneamente. Podemos hablar de una realidad con diferentes soluciones posibles, dependiendo de la percepción que se tenga. La energía interior del niño, adolescente o joven es la encargada de hacer la selección, en función de las vibraciones que le producen los estímulos exteriores que recibe.
El mundo material que nos rodea, visto desde la física cuántica, no es más que movimiento, todo son posibilidades de la conciencia. La conciencia es el alma, es el observador, de ahí que el alumno pueda crear su propia realidad y generar nuevas experiencias y finalmente expresarlas, bien con ideas, imágenes o cualquier otra modalidad La evolución del talento del alumno del siglo XXI no será lineal, como plantea la educación formal; será orgánico y evolucionará a partir de las respuestas que obtiene del entorno.
¿El maestro puede ser capaz, en su trabajo habitual, de generar y expresar nuevas experiencias que aporten al tema perspectivas diferentes?
¿Por qué no?
La realidad de la clase y la presentación del tema tiene que ser percibida no como si fuera una reproducción de lo que figura en los libros, ni tampoco como un negativo. La realidad didáctica debe sentirse como si fuera vista por primera vez, sin ningún tipo de barniz, entusiasmándose y llegando a su interior más profundo. Para ello se ha de poner en juego la imaginación y captar esas realidades de forma subjetiva, de tal forma que el maestro pueda generar sus propias ideas, y finalmente descubrir sus valores y darles los significados pertinentes.
La realidad se capta a través de los sentidos y es necesario percibirla con toda su belleza, misterio, encanto y frescura, no contaminada. Pero tenemos que saber que la armonía de lo invisible es mayor que la de lo visible. La intuición te permite entrar en este espacio misterioso que nuestros sentidos no perciben.
La mente no puede distinguir la diferencia entre una experiencia real y otra imaginada. El cerebro acepta y reacciona de manera automática ante la inmensa información que recibe en forma de palabras imágenes, sonidos o sentimientos. El docente, tiene que crear en la clase un clima que permita al alumno acercarse con mucho amor, con mucha confianza y con el corazón abierto. La libertad para expresarse de forma propia requiere un entorno facilitador y autotélico. Toda experiencia conlleva un conocimiento y un dominio que amplía el campo subjetivo del saber.
¿Un equipo de maestros puede ser capaz de generar y expresar nuevas experiencias, de tal forma que consigan un mayor enriquecimiento para sus alumnos?
¿Por qué no?
El equipo de profesores debe pretender que, mediante un proceso constante de búsqueda e indagación, junto con un esfuerzo e ilusión apasionante, aparezca algo insólito que tenga sentido que asombre y motive al alumno. El asombro es la luz del mundo. En un futuro próximo lo real será lo virtual. ¿Qué diferencia a un gran escultor de uno mediocre?. Los dos esculpen la piedra, pero la genialidad está en encerrar el alma en ella. Ahí está la genialidad; ahí está el misterio.
Hay que dotar a los sentidos de nuevos poderes, ejercitándolos de manera inusual. Es interesante apagar el poder habitual que tiene la vista, el oído o cualquier otro sentido y tratar de provocar nuevos matices. Aprender a describir sensaciones cerrando los ojos, tratar de que las manos hablen o que el oído vea, son experiencias que ponen en danza todos los sentidos. Estamos hablando de la sinestesia. El célebre escultor italiano Miguel Ángel que creó «El David», hablaba con el mármol y esperaba que el mármol le contara algo que en cierto modo hacía. Moraleja, si quieres generar experiencias a tus alumnos y provocar nuevas ideas es necesario actuar de forma diferente y no continuar haciendo lo mismo. El alumno debe ser protagonista del proceso de aprendizaje.
La tarea central de la Escuela Galáctica es ayudar al alumno a generar, participar y comprometerse, conscientemente, en experiencias personales, en función de los proyectos establecidos en el programa docente. Es una manera de aprender a vivir a lo largo de la propia vida. Estamos hablando de experiencias creativas que no consisten en hacer la prueba o aplicar la teoría, sino mostrar sus vivencias, generando nuevas relaciones entre la teoría y la práctica, con la posibilidad de deslizarse a crear algo nuevo. El conocimiento se construye desde la experiencia consciente. Tu vida es tuya y solo tú puedes cambiarla.
Francisco Menchén Bellón