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Tú eres creativo (y quinta parte)

Por Francisco Menchén Bellón.- “La creatividad es, bajo mi punto de vista, algo imposible de definir con palabras» David Bohm (2002), uno de los físicos más relevantes del siglo XX

¿Sabes que Leonardo da Vinci descubrió infinidad de objetos de gran valor para la cultura?

Este artista polifacético, ingeniero, físico, pintor, escultor e inventor no fue a la universidad, ni recibió una educación esmerada. La Gioconda, obra enigmática, es el cuadro más célebre del mundo.

Este genio ha pasado a la historia como una de las mentes más privilegiadas que poseía una curiosidad desbordante y un ansia infinita de saber. ¡Qué poderes tan inmensos!

¡Despierta el poder que subyace en tu interior!

Sabemos que en cada persona existe cierto grado de creatividad latente que puede ser descubierta, activada y estimulada. El ser humano siente la vida a su manera, y la percepción de las cosas las asimila de acuerdo con su propia experiencia y recursos. La realidad que percibimos depende de nuestro patrón de creencias y del algoritmos, que hemos creado. Crear es hacer vivir lo que está en nuestro interior. Según los expertos, una persona creativa es un individuo que consciente o inconscientemente elige el camino de crear.

La fuente de la creación está dentro de nosotros, que es donde yace el verdadero poder. No hay que ir a buscarlo fuera. Para recorrer este camino debemos escapar de la red que nos atrapa en el mundo físico, y comenzar una búsqueda con valentía, sorteando los obstáculos, y dejándote llevar por tu magnetismo interior, ese aura misteriosa y pasional que te inspira.

La educación está pidiendo a gritos una nueva mirada. La mirada actual está muy condicionada y además contaminada y hace que todo se vea turbio. Hay que desarrollar una nueva mirada que esté descondicionada. Hay que aprender a mirar desde distintas perspectivas. La realidad aguanta muchas miradas. ¡Tú eres creativo!

Rubem Alves, escritor brasileño, considera que la primera tarea de la educación es educar la mirada de los niños, pues a través de los ojos tiene el primer contacto con la belleza y la fascinación del mundo. En la Escuela Galáctica los alumnos aprenden a desarrollar las habilidades sutiles como la intuición y el instinto, que son las encargadas de capturar el sentir del alma.

Hemos construido una sociedad demasiado superficial, que hace que los niños, jóvenes y estudiantes lleguen marcados a las aulas; sus problemas son muy profundos y nadie podrá solucionarlos. No hay que esperar que las autoridades hagan el cambio, sino somos nosotros quienes debemos cambiar nuestra mirada y empezar a ver el mundo con nuevos ojos, los ojos de nuestro yo interior. La intuición es tan poderosa como la razón.

La clave está en saber captar y comprender la realidad. La realidad no es fija, evoluciona, está en continuo cambio y no aguanta una única mirada. Necesita una mirada multidimensional, por eso hay que mirarla con el caleidoscopio de la inteligencia y la creatividad; la mezcla de ambas (razón e intuición), será maravillosa. Hay que contemplar la realidad con perspectiva de águila.

¡Abrid las puertas del colegio a la creatividad y no ahogarla!

En la época de la mirada Google es necesario un cambio de percepción:  mirar la escuela con nuevos ojos, mirar al maestro con admiración; mirar al alumno con amor; mirar al otro como “otro yo”. Pasar de una visión materialista, dualista y fragmentada a una visión integral, interconectada e espiritual de la vida y las relaciones. ¡Tú eres creativo!

La creatividad del maestro es energía. Todo es energía, pero también nuestra mente es energía, la atención, la voluntad, la conciencia, el amor son energías. La energía no es sólo aquello que mueve al cuerpo, sino también tiene que ver con nuestra capacidad de comprender, nuestro estado de ánimo, la imaginación, es decir, nuestra alma. Pero ¿qué es lo que da energía al docente? si los alimentos dan energía al cuerpo, son las sensaciones y las emociones que recibe las que le da energía a su vida interior. Sentimientos e impresiones nuevas, en definitiva, cambios. Ese es el primer ejercicio que debe hacer el maestro, de tal forma que le permita cambiar cosas en su vida.

Nuestro modo de mirar influye en nuestras emociones, pensamientos y acciones. Cuanto más creativa sea nuestra mirada, más abiertos estaremos al cambio y a la evolución. La vida es cambio. Tolstói, escritor ruso del siglo XIX, expresó: «Es necesario elegir entre una escuela en la que sea fácil a los maestros enseñar y una en la que sea fácil a los alumnos aprender», o como dice el doctor Mario Alonso Puig: “No se trata de cómo nos gusta enseñar, sino de cómo el cerebro le gusta aprender”.

La realidad que hay a nuestro alrededor se puede observar perfectamente, bien a través de una mirada genial que nos impulse a realizarnos preguntas, que reflejarán nuestro sentir, o bien mediante una forma contemplativa, de manera que nos genere imágenes placenteras y bellas que nos hagan sentir algo fabuloso. Lo importante es sentir en tu interior algo que te atrae y te motiva.  Sorpréndete a ti mismo, interésate por algún tema y encuentra algo que te apasione. Estos actividades son fuentes de creatividad.

El hombre ubicado en el siglo XXI necesitará una nueva mirada para acceder a la esencia de la realidad; esta percepción ha de ser fresca, pura, no contaminada, transparente, caleidoscópica, que le permita traspasar esa raya fina que separa lo posible de lo imposible; es ese ángulo ciego, una excepcional raya verde, que sólo atisban algunos náufragos que tratan desesperadamente de ganar la costa familiar mientras cantan las sirenas.

La belleza que percibe el artista y el poeta es producto de un proceso que parte de una mirada hacia dentro, seguido de una mirada hacia fuera, y entonces, se ve un reflejo de lo que está en el interior; si no hay belleza no podrás captar la belleza que contiene la vida. Este mismo proceso rige para ser creativo. Me viene a propósito un mensaje clarividente de Antoine Saint – Exupéry cuando en su célebre obra El Principito dice: “Si tú quieres construir un barco, no empieces por hablarme de las herramientas, de los presupuestos y los planos, empieza por compartir con ellos tu pasión por el mar”.

¡Cultivad y abonad en tu interior un semillero de energía creativa!

 La poética de la mirada no es una técnica, sino una actitud de la voluntad de observar todo, sin juzgar, escuchando con todos los sentidos y dejando testimonio de lo que el azar pone por delante. Registrando no pensando. Es una cuestión de mirada llena de sensibilidad, sensorialidad y energía física y mental. Sólo hay una forma de ver las cosas: verlas en su totalidad. ¡Tú eres creativo!

Deberíamos aprender a mirar en profundidad con las lentes de la imaginación y usar esta capacidad en las dos dimensiones: ver no solo el exterior sino también el interior. La creatividad reside en tu mirada, capaz de apreciar lo diminuto y lo grandioso; el paraíso creativo está en los ojos. Hay que educar la mirada como hace el fotógrafo y hacerla más consciente y mucho más reflexiva, aprendiendo a crear complicidad con todo lo que te rodea. No debemos olvidar que la vida evoluciona hacia una mayor complejidad.

Tú eres creativo. El proceso para ser creativo es una gran aventura cuyo único propósito debe ser deleitarse con cada paso del camino; es un placer de primera magnitud. El proceso de creación se inicia con aprender a captar la realidad con una mirada diferente ¡Motivador!; continúa con la acción decisiva de transformarla, descubriendo algunos aspectos desconocidos ¡Arriesgado! y termina con generar experiencias que expresen al exterior un nuevo resultado, haciéndolo de una forma original, a partir de lo que ha quedado grabado en el interior del ser ¡Alucinante! Tu poder creativo debe consistir en hacer visible lo que no es visible.

Tú eres creativo.

Por eso debes superar todas las convenciones, plantearte cómo llegar a ser tú mismo, asumir la idea de libertad y encontrar todas las formas posibles de cristalizar tus proyectos.

Francisco Menchén Bellón

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