Tu eres la felicidad

Por Derek Yannik.- La meditación significa atención plena a este momento. El presente es la puerta hacia la calma, el silencio interior y la paz. A veces las personas que empiezan a practicar meditación creen que deben alcanzar un estado determinado, mientras que la meditación es estar atento y permitir que la vida fluya. Sin embargo, no tenemos que esforzarnos en estar aquí o dejar que la vida fluya, porque eso ya está sucediendo; sólo necesitamos observar.

No es necesario buscar el silencio interior, sino dejar de escapar de él. Cuando los maestros Zen alcanzaban la anhelada iluminación se reían al darse cuenta de la absurda búsqueda porque ésta siempre estuvo ahí, más cerca que el latido de su corazón. La iluminación consiste en ver la vida tal y como está aconteciendo, es sentir tal y como estamos sintiendo, es escuchar tal y como estamos oyendo. La verdad es lo que se manifiesta tal y como es. Llegamos a la verdad cuando vemos con claridad, sin apariencias ni distorsiones. Cuando nos resistimos a lo que está sucediendo, a lo que estamos sintiendo, nos perdemos en la niebla de los pensamientos y nos alejamos de nuestra plenitud.

El pensamiento es como un tren que pasa por la estación del presente; cada vez que nos enganchamos al pensamiento, nos subimos al tren, alejándonos del ahora. Nuestra consciencia está sentada en la estación, dejando que los trenes pasen sin que supongan ningún problema; cuando es necesario, puede coger el tren del futuro para planificar o el del pasado para recordar, y de nuevo bajarse en la estación del ahora. La meditación es volver a donde ya estamos y ser quienes ya somos. Ahora, ¿cómo podemos volver a donde ya estamos? ¿Cómo podemos ser lo que ya somos? Tan sólo hace falta estar despiertos para reconocerlo.