Por Antonia Moragues Figuerola.- ¿Cuántas veces hemos dejado de hacer cosas o arriesgarnos por pensar que no éramos capaces de realizarlas? ¿Cuántas veces hemos sido nosotros mismos los primeros limitadores de nuestras acciones? ¿Cuántas veces hemos abandonado antes de empezar?
Solemos creer que la seguridad y la confianza provienen de fuera, solemos pasarnos la vida buscando fuera algo que llevamos incorporado desde siempre. Sólo que no lo sabemos o no lo recordamos. Si tomases consciencia de la inmensidad de recursos internos que yacen dentro de ti no volverías a dudar ni un sólo momento de ti mismo.
Eso lo descubrí cuando hace unos años hice por primera vez una travesía de 5 km en el mar. Yo era de esas personas que se autolimitaban. Nunca nadaba donde me cubría. Pero hace unos años logré cambiar la perspectiva de las cosas y pensar que sí podía. El mero hecho de concederme esa confianza hizo que mi mente se relajara y supiera que era capaz.
Recuerdo que la noche anterior a la travesía me puse a escribir sobre ello. Fue un mensaje en el que me automotivaba, en el que me decía que era capaz de realizar aquella competición, que iba a poder hacerla sin ningún problema.
Recuerdo la mañana de la travesía. Era un recorrido largo señalado por boyas. Desde la orilla parecían distancias inmensas. Sé que desde el agua es muy importante orientarse todo el tiempo. Así que a dos minutos de empezar llegó “mi ángel”. Justo me puse a hablar con un chico que la había realizado varias veces. Recuerdo que cuando me dijo que la haría conmigo sentí un gran alivio. Desde entonces sé que siempre el universo nos envía señales. Sabe cuándo estamos en apuros, cuándo necesitamos ayuda. Sé que puedo fluir y confiar porque estoy protegida y acogida por él. Lo he experimentado muchas veces a lo largo de mi vida. Son esas señales que te conectan más todavía con la grandeza y la conexión que tenemos con el universo.
Así pues, te animo a que no sigas aplazando tus asuntos por miedos o falta de confianza en ti mismo. Confía más, todo lo que necesitas ya está dentro de ti. Sólo que debes recordarlo y permitirte conectar con todo ello.
No te detengas por miedos o dudas. De todas maneras piensa que si fallas, si fracasas, habrá sido todo un aprendizaje. Estoy convencida que no fracasamos al caernos, fracasamos al no intentarlo. Somos capaces de realizar muchísimas más cosas de las que nos permitimos, así que rétate cada día a ir más lejos.
Tú sí puedes, compruébalo y verás cuántas posibilidades se abren ante ti.