Por Francisco de Sales.- En mi opinión, eso de entender mal el ego y el egoísmo, y entender mal la modestia, y lo de amar al prójimo, y la asertividad, y los derechos propios, y la dignidad… causa verdaderos problemas. Entenderlos mal acaba trayendo fatales consecuencias.
A ver si entiendes esto en el corazón:
Tú tienes prioridad.
Llámalo como quieras, pero tienes prioridad. Una prioridad exclusiva.
El Sentido de la Vida de cada uno es personal e intransferible.
El Desarrollo Personal de cada uno es personal e intransferible.
El Desarrollo Espiritual de cada uno es personal e intransferible.
La vida de cada uno es personal e intransferible.
La responsabilidad de la vida de cada uno es personal e intransferible.
Cumplir lo que cada uno ha venido a hacer es personal e intransferible.
Entonces… ¿Por qué vamos aplazando la atención a uno mismo y al Ser Espiritual?
Entonces… ¿Por qué damos prioridad a otras cosas?
Hay una palabra que nos tenemos que grabar a fuego en las retinas para que no dejemos de verlas ni un solo instante, y a fuego en la mente para que no desaparezcan de nuestra atención en ningún momento.
RESPONSABILIDAD.
Esta es la palabra.
El responsable es el que está obligado a responder de algo o por alguien.
Cada uno está obligado a responder de sí mismo. Responder de sí mismo frente a sí mismo. Se podría decir –desde un punto de vista religioso- que responder ante Dios por lo que hayas hecho con la vida que Él te entregó, pero ni siquiera es necesario recurrir a ello ya que la responsabilidad primera es ante sí mismo.
Aceptar la vida y hacerse cargo de ella implica un compromiso que se ha de cumplir. Un compromiso irrechazable que se ha de cumplir por dignidad personal, por respeto a sí mismo y, si se quiere ver desde un punto de vista más esotérico, por cumplir el karma o por dar más pasos en el Camino de Evolución Personal.
Prestarse atención a sí mismo, incluso dándose prioridad sobre otros asuntos no es ego: es justicia. Es cordura y madurez. Es sentido común.
Quien se responsabiliza de su propia vida y su propia historia es una persona que, inevitablemente, se va a encontrar con los otros Seres Humanos, con Dios o con Lo Superior, con cosas o situaciones que le trascienden y alcanzan niveles similares a lo que llamamos divino, así que es una persona que no va a ser egoísta ni narcisista.
Uno puede concederse prioridad o exclusividad durante el tiempo que sea necesario para terminar su proceso, y puede hacerlo sin miedo, sin preocuparse acerca de si se convertirá en egocentrista, porque eso es imposible.
Los derechos propios priman sobre los derechos de los otros.
La responsabilidad de cada uno es uno mismo y no los otros.
Los otros tendrán que hacer también sus deberes.
Y esto NO nos conduce a un mundo de individualismos, porque el Descubrimiento de uno es el descubrimiento de los otros como parte de un Todo que no se puede trocear y separar, o sea que es el encuentro con los otros desde el corazón, desde la unicidad que forma la totalidad, más allá del trato superficial de la vida cotidiana.
Se aprende a verles con otros ojos. Bien entendido y bien hecho, este darse prioridad hasta Descubrirse íntegramente, es el mayor favor que nos podemos hacer a nosotros del cual se verán beneficiados los otros.
Tú tienes prioridad.
Atiéndete a ti.
Y desatiende todas las conversaciones que se formarán en tu cabeza en que se mezclarán todas las opiniones de todos los personajes que te habitan.
Tú eres el Sentido de tu Vida.
Y Descubrirte y ser tú mismo, lo repito de nuevo, es tu responsabilidad.
No lo olvides.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales