Por María Adela Fernández Zamora.- ¿Cuál es el primer pensamiento que te viene a la mente al oír la palabra MIEDO? ¿Qué sensaciones recorren tu cuerpo al recordar alguna situación en la que el MIEDO se haya apoderado de ti? ¿Son tus miedos tus amigos o tus enemigos?
La vida es una gran escuela de aprendizaje y son, las experiencias que vivimos y las personas que elegimos para compartirlas, las lecciones que nos muestran lo que hemos de aprender. Puede ser que en ocasiones nos cueste entender, a priori, por qué nos suceden determinados acontecimientos. Puede ser incluso, que tras haber ocurrido, busquemos y busquemos sin llegar a encontrar una comprensión lógica a lo que ha sucedido. E incluso puede haber ocasiones en las que el dolor y la incomprensión sea tal, que acabemos decretando que es «lo que nos ha tocado vivir», desde una actitud derrotista y de resignación.
Sin embargo, hoy te invito a reinventar todas aquellas situaciones en las que has sentido que el miedo ha dirigido lo acontecido, cargándote de malestar, temores e inseguridad. Te invito a cambiar el enfoque: «no se trata de controlar los miedos, ni tan siquiera de enfrentarlos y mucho menos de quitártelos; se trata de simplemente de decirles ¡hola!, sentarte con ellos a tomar un café y conversar, recibiendo todo lo que tienen para ti. Se trata sencillamente de ACEPTAR QUE TUS MIEDOS SON TÚ.
El miedo es una emoción natural que se activa para alertarnos de una situación en la que tenemos dos opciones: huir o ir hacia a ella. Químicamente una vez que la emoción se activa, si somos capaces de hacer un zoom en ese instante dejando a un lado la mente; nos daremos cuenta que esa sensación de miedo va desapareciendo también de forma natural. Sin embargo, lo que nos suele pasar, es que cuando comenzamos a sentir los primeros síntomas de temor, la mente empieza a crear, justificar y analizar todo lo que gira en torno a esa activación como calores, sudores, nervios,…logrando en muchos casos que esa sensación de miedo se apodere de nosotros hasta el punto que sentimos que es ella la que dirige nuestra vida. Es entonces cuando sentimos que el miedo es nuestro enemigo.
Pero hoy te voy a contar algo que cambiará tu forma de relacionarte con ellos. TUS miedos no son algo externo a TI. Se activan en TU interior para que seas TÚ quien tome consciencia de ello y desde esa aceptación, PUEDAS TOMAR acción hacia el objetivo que te has propuesto. Es sencillo, todo empieza y acaba en el mismo punto: TÚ. No se trata de fuera, no es cuestión de otros, ni tan siquiera es cuestión de después; es un TÚ AHORA. Desde el momento, que aceptas que tus miedos y tú son uno, que tan solo forman parte de tu lenguaje interno y que el miedo es un código de comunicación entre tú y tu esencia que te ayudará a redescubrirte, reencontrarte y revelarte a la vida tal cual eres; descubres que cada instante de miedo es un regalo de amor hacia ti mismo y una oportunidad de expansión de tu ser.
Así pues, querido amigo, te invito a RECONOCERTE en cada temor, NAVEGAR entre tus sensaciones sin juicios ni análisis y, ACEPTAR que están ahí por y para ti. Cuando vuelvas a encontrarte con alguno de tus miedos: párate, toma distancia, sé mosca en la escena y tan solo di: «BIENVENIDO AMIGO MIO, ¿NOS TOMAMOS UN CAFÉ Y ME MUESTRAS QUÉ TIENES PARA MI?», y partir de ahí, simplemente DISFRUTA.