Escuelas libres, escuelas bosque, escuelas Waldorf y Montessori, asociaciones dedicadas al estudio y la divulgación, colegios públicos que se nutren de otras alternativas pedagógicas, grupos de crianza y madres de día forman parte de Ludus, un directorio con más de 200 propuestas educativas en España.
“Las pedagogías que se encuentran en el directorio son variadas pero todas tienen en común algunos puntos: el respeto al niño, como no etiquetarle, respetar su individualidad y sus ritmos; enseñar a los niños a colaborar en vez de a competir y considerar la educación como algo que va más allá de un mero desarrollo de destrezas para incorporarse al mundo laboral”, explica la creadora de Ludus, Almudena García.
En ese sentido, precisa que las propuestas son muy diversas entre sí: algunas cuentan con muchos medios económicos y otras con muy pocos; las hay en medio de la ciudad y en el campo; públicas y privadas; algunas cuentan con educadores y otras son más como un homeschooling compartido entre las familias.
Según comenta García a Noticias Positivas, ha recibido agradecimientos de varias familias que le escriben para contarle que gracias a Ludus han encontrado la escuela a la que llevan a sus hijos. “También ha servido para que proyectos que se sentían aislados hayan conocido otros proyectos afines y se vaya creando la sensación de comunidad. Era lo que pretendía, así que estoy muy contenta”, afirma.
Y agrega: “algunas personas me cuentan que les gustaría trabajar en un proyecto alternativo pero se desaniman porque no les llaman de ninguno y yo siempre les contesto lo mismo: que si es lo que quieren hacer, pueden montar su propio proyecto. Hay más lugares de los que piensan donde muchas familias les recibirían con los brazos abiertos y colaborarían con ellos en lo que hiciera falta. Conozco casos en que los ayuntamientos han cedido un local para el proyecto, a veces las antiguas escuelas, que vuelven a estar vivas. Y si no se cuenta con local, la escuela puede ser el bosque. Claro que no es un camino de rosas pero estas experiencias también nos educan a los adultos”.
García admite que en España es “difícil” sacar adelante un proyecto de educación alternativa en comparación a otros países, como por ejemplo, Alemania. Recuerda el caso de una escuela que funcionaba en “una masía de cuento pero tuvo que cerrar por no cumplir algunos requisitos, como no tener cancha de baloncesto”.
“Aún así, me alegra mucho ver que cada vez surgen más proyectos, la mayoría de las veces contra viento y marea, pero siempre con mucha ilusión”, remarca.
Ludus es un proyecto personal que crea García a partir de la sugerencia de las madres de un grupo de juegos al que va su hijo: “me gustó la idea porque me pareció la forma en que yo podía aportar algo a esta manera de entender la educación que tanto me ha dado”.
En cuanto al nombre del directorio, explica que Ludus era el término con que en la antigua Roma se designaba a las escuelas para niños hasta 11 años pero también significaba entrenamiento, diversión o juego. La palabra con que actualmente se denomina al ludus, escuela, proviene del griego σχολή (skholḗ), que paradógicamente quería decir ocio, tranquilidad. Posteriormente, pasó a significar lo que se hace en el tiempo libre y, más concretamente, aquello que merece la pena hacerse.
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(Imagen: Cortesía de Ludus)