Noticias Mindalia.- El perdón es un proceso difícil, lleno de dudas y, en la mayoría de las ocasiones, acompañado de angustia pero, ¿sabemos realmente cómo influye en nuestras emociones o si lo hace de forma igual entre hombres y mujeres?
Investigadoras del Colegio de Ciencias Humanas de la Universidad de Missouri (EEUU) estudiaron cómo las diferentes facetas del perdón afectan a los sentimientos de depresión de adultos de avanzada edad.
Las expertas descubrieron que las mujeres que perdonaron a otros, eran menos propensas a tener síntomas depresivos, independientemente de si se sentían perdonadas.
Sin embargo, los hombres mayores reflejaban niveles más altos de depresión cuando perdonaban a otros pero no eran perdonados.
El objetivo de este estudio, según sus autoras, es ayudar a mejorar las atenciones y servicios a personas ancianas de uno y otro sexo, en todos aquellos casos en los que perdonar y ser perdonado pueda aliviar tensiones emocionales.
«No solemos sentirnos bien cuando percibimos que otros no nos han perdonado por algo», explica Christine Proulx, coautora del estudio y profesora asociada en el Departamento de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia.
«Cuando pensamos en el perdón y las características de las personas que están perdonando – altruista, compasivo, empático – estas personas perdonan a otros y parecen compensar el hecho de que los demás no les perdonen”, añade.
Proulx señala que puede parecer superioridad moral, pero no se trata de ser mejor o peor persona, sino de asumir lo que nos hace daño y lo que no, de esta manera se puede actuar en función de ello y perdonar para disminuir nuestros niveles de depresión.
Concreteme, Proulx y la autora principal del estudio, Ashley Ermer, estudiante de doctorado en el Departamento de Desarrollo Humano y Ciencia Familiar, analizaron los datos relacionados con la religión, el envejecimiento, y el bienestar psicológico, mediante una encuesta de salud, entre más de 1.000 adultos de 67 años o más.
Esta experiencia se centró en personas mayores porque es un sector de la población con tendencia a reflexionar sobre su vida, sobre todas sus relaciones y transgresiones.
«A medida que las personas envejecen, se vuelven más tolerantes», dice Ermer. A pesar de ello, ambas investigadoras avisan de que la población consultada «era predominantemente cristiana, lo que puede influir en la voluntad de los individuos a perdonar y podría funcionar de forma diferente entre las personas con diferentes creencias.»
Sea como fuere, estos datos pueden relacionarse en gran parte con nuestro comportamiento cotidiano, sea cual sea nuestra edad. De hecho, un dato curioso que sorprendió a las investigadoras, es que perdonarse a sí mismo no reducía significativamente los niveles de depresión.
«El autoperdón no actuó como protector contra la depresión», dijo Proulx, haciendo hincapié en que lo que realmente afecta a las personas es si pueden perdonar a otras y qué disposición tienen para ello.
El estudio, «La falta de perdón, la depresión y la salud en la edad adulta: el factor de protección de forgivingness», fue publicado en julio en envejecimiento y salud mental.