Por María Corina Lifschitz.- Me fui a mi descanso y en la quietud de mis pensamientos antes de recostarme en mi habitación percibí un aroma a rosas penetrantes que me endulzaban el alma. Me incliné en el respaldo de la cama para acomodarme y sentir el placer de la envolvente fragancia y mi mente comenzó su viaje, una rosa me agarró de su mano y me llevó a otro plano, a un lugar mágico y lleno de rosales. Estaba asombrada por la belleza que inundaba mis sentidos y la rosa siguió con su paseo mostrándome todo el parque de los pétalos mas deliciosos que había podido apreciar en mi vida.
La rosa se encontraba en absoluta calma y yo percibía un amor profundo, era como que se impregnaba dentro de mi alma dictándome la conducta a seguir. Era un pétalo de flor tierno y apacible que me guiaba a la otra dimensión donde se me revelaba la comprensión interna de nuestro pulsar de la existencia. Yo sentía un gran respeto por la rosa, era mi guía y me iba indicando hacia donde continuar.
Me cobijaba con su calor de difícil explicación, eran ondas suaves y tersas que acunaban mis sentidos en una comprensión muy etérea. Quería realizar algunas preguntas pero no me animaba, sentía que no debía hablar, simplemente observar y quedarme apacible frente al despliegue magnificente que se me permitía observar. Supe que la rosa sabia todo acerca de mi persona, me sentí avergonzada de mis errores, percibía su mirada penetrante y ella con un pétalo acarició mi rostro, me perfumó el alma para que regresara a la calma.
Su voz fue tenue, sutil y me susurró, tu raza son rosas como nosotros pero en otra manifestación. Me quedé asombrada ante su comunicación y le dije con mi mente que no podía comprender y ella me regalo otro pétalo de expresión, tienen niña sus raíces en la madre tierra que han quedado de los tiempos sin final y luego vuelven a renacer con el mensaje de sus ancestros. El tallo crece de está tierra, luego con el andar surgen las espinas donde son experiencias para que pueda florecer el capullo. La flor se encuentra en ese tallo cariñoso y fértil y a la vez quebradizo y para poder florecer siempre busca la luz del amor y la aceptación. Iba comprendiendo el mensaje y mientras lo interpretaba ella me responde, muchos quedan en un pimpollo y algunos ni se animan a mostrar su flor y otros no pueden abrir su capullo en flor, quedan desnudos en las espinas con dolor, incomprensión y rencor.
La melodía continuó y la rosa se quedó en silencio y me observó con pétalos penetrantes de compasión y perdón, sentí que limpiaba mi alma y, mi corazón se inundó de amor y en ese instante abracé a la rosa y ella se despidió, los pétalos quedaron en mi interior se habían desojado y vibre en la tristeza con su partida. Palpité con el aroma de la estrella fugaz de la rosa que se había incorporado dentro de mi alma y pude percibir mi perfume interno que era un simple sentir y luego con amor supe que mi fragancia regresaría al rosal universal.
Con Amor y Luz
Cori