Por Juan Jose Valero Duran.- El miedo es con total seguridad una emoción inherente al ser humano. Está ahí desde antes de nacer hasta el mismísimo día de nuestra muerte. Es una de nuestras emociones principales y nacemos con ellas, no se aprenden, al igual que un bebé se enfada cuando le quitan el chupete y nadie se lo ha enseñado, también siente miedo, pero no nos paramos a pensarlo, cuando llora por la noche puede ser miedo por falta de protección. Estudios recientes han demostrado que los bebés incluso antes de nacer en la barriga de la madre, tienen miedos y sueños, es alucinante, pero así es; las emociones son herramientas de supervivencia y nacemos con ellas.
Por ello, se antoja muy importante saber convivir con él y aceptar que siempre nos acompañará en cualquier decisión que tomemos, por pequeña que sea. Por eso, aunque en ocasiones este sentimiento nos desborde, es importante aprender a vencer el miedo para que este no nos paralice.
Sentir miedo no es malo. Esta emoción suele activarse cuando estamos ante una situación de peligro. El problema es que, en ocasiones, es irracional. Es decir, no es un miedo real, viene producido por nuestras creencias limitantes. Sentir temor a hablar en público o a la posibilidad de que una relación se rompa es fruto de inseguridades. Están actuando determinadas creencias que será necesario cuestionarnos.
Muchos de vosotros pensaréis que tener este sentimiento es típico de una persona cobarde que no sabe afrontar su vida. Pero nada más lejos de la realidad. Y es que el miedo es también una forma de autoprotección ante cualquier situación de peligro, sobre todo cuando ponemos en riesgo nuestra integridad física. Si eres una persona que asiduamente tiene miedo, no te preocupes, es de lo más normal. En una ocasión le preguntaron al gran maestro JOSÉ TOMÁS, después de una faena de esas épicas con el traje lleno de sangre de pasarse el toro por la barriga, que si no tenía miedo, a lo que el contestó: ME CAGO DE MIEDO, PERO QUE PUEDO HACER.
Sólo tienes que saber convivir con él y controlarlo cuando realmente sea necesario. Ante esto, seguro que muchos de vosotros os preguntareis lo siguiente. ¿Cómo podemos vencer el miedo? ¿Y qué hay que hacer para controlarlo? Antes de todo, hay que decir que no hay una fórmula definitiva para vencer al miedo. Este no desaparecerá por arte de magia de la noche a la mañana, más bien todo lo contrario.
Os dejo unas claves que os ayudarán a vencer vuestros miedos.
- No escapes del miedo: huir no es una buena idea porque aquello que temes no desaparecerá por sí solo a menos que lo mires, reflexiones sobre ello y descubras la mejor solución para afrontarlo.
- Acéptalo, no lo niegues: si no aceptas que tienes determinado miedo, difícilmente podrás ponerle fin. Pues, es necesario que sepas mirarte, observar aquello que te está pasando y admitirlo. Sin este paso, no podrás avanzar.
- Enfréntate a lo que te hace sentir miedo: como lo oyes. No importa el miedo que tengas a que la ansiedad haga acto de presencia o a que empieces a ponerte muy nervioso. Tienes que superar ese miedo y para ello tienes que sentirlo. Una vez estés en la situación piensa en por qué tienes ese miedo, ¿te va a pasar algo malo de verdad? ¿Estás en peligro real?
Es importante mencionar que para enfrentarse al miedo ponerse en la situación que lo desencadena así de golpe puede causar una reacción muy fuerte. Por eso, hay que ir acercándose al miedo de una manera gradual.
Ten por seguro que será un proceso largo que requerirá cierto esfuerzo de tu parte. En primer lugar, la única forma de vencer de cierta forma el miedo es enfrentándolo. Es decir, cuando estés en un momento que no sea de tu agrado y quieras huir de él, porque no lo quieres encarar, lo mejor que puedes hacer es actuar y no dejarte llevar por tus instintos. Y para conseguirlo, piensa fríamente en la situación en la que te encuentras y después decide qué pros y contras te puede aportar a lo que te estás enfrentando.
Un claro ejemplo de esto son las entrevistas de trabajo, que pueden crearnos un miedo irracional porque siempre queremos causar la mejor impresión y de cumplir también con todas las expectativas que han puesto en nosotros.
Así mismo, las fobias son también las grandes cunas de nuestros miedos más básicos, pero si conseguimos afrontarlas y tratarlas de “tú a tú”, podemos obtener resultados realmente satisfactorios para superarlas lo antes posible.
Y es que una vez que hayas intentado vencer el miedo por primera vez, puedes tener la completa seguridad que a la siguiente vez será mucho más fácil, y así sucesivamente. Solo tienes que confiar en ti mismo, y ya verás cuando lo superes y sigas para delante, ganarás en autoestima y confianza.