Home » Artículos » Viendo el teatro

Viendo el teatro

Por Javier G. Delgado.- Queremos que veáis ya con otros ojos lo que es una gran obra teatral, interesante puesta en escena donde todos y cada uno tiene su parte en este guión, donde cada personaje vive aquellas experiencias planeadas con anterioridad (antes de nacer aquí). Y que por supuesto el papel protagonista, es para cada uno. Nuestro propósito es intentar enviaros una visión. No sabemos si vamos a poder trasladarles nuestra forma de sentir que dice: cualquier cosa que no sea vista desde una zona emocional segura (corazón), formará parte de la ilusión ya que mirar desde la mente aquellas cosas importantes, siempre es ilusión entendida ésta como un entretenimiento, como un sucedáneo de diversión si cabe. Pero claro, prolongar esta diversión es llamar a los problemas, ya que, estar mucho tiempo fuera de nuestra verdadera naturaleza fabrica un fuerte desequilibrio, fabrica sufrimientos (quedas enganchado fuera de tu propio lugar), fabrica inconsciencia, constantes, fabrica apegos, fabrica todo aquello que no te hace sentir bien y, el sentirte bien o ser feliz un día sí y otro también y finalmente todos, es en verdad Quien Realmente Eres.

Ahora imagina por un momento, que ya saliste de lo viejo y te centraste en ti, eres feliz (puedes ponerte como ejemplo el mejor de todos los instantes que hayan existido en tu vida y ahora triplica esa felicidad de forma permanente) y ves el sufrimiento de los demás, ves de qué forma juegan, sin saberlo, a hacerse daño a sí mismos por haber olvidado Quienes Son. Te puedes dar cuenta, en la relación con las demás personas, cómo se enfrascan unos con otros de similar forma caótica y generan sin darse cuenta del proceso, enfados y resentimientos. Percibes estas auto-agresiones porque las tienes todos los días delante tuya en diversos escenarios. Como puedes ver, el teatro inconsciente que repiten a diario, no va contigo, sabes que si te involucras, entras de nuevo a éstas escenas sin sentido que una vez y otra se siguen repitiendo por no estar al mando de la situación, por no decidir controlar tu vida, por no intentarlo siquiera.

Desde la primera hasta la última fila de espectadores que ven la obra (pongamos en esta visión a seres no encarnados: hablamos de esos seres de luz, que se encargan de que este teatro se cumpla de la manera acordada de antemano por cada uno de nosotros antes de nacer en el planeta), todos en absoluto silencio observan desde el Amor hacia ti, cómo poco a poco se van encendiendo focos de luz más clara. Sigamos en este ejemplo, diciendo que tú no puedes ver a los espectadores y que el público que ha asistido a la gran obra siempre estuvo en sus localidades sentado con pleno Amor hacia tu papel en escena, desde el principio de esta gran obra.

Algunos tropiezan a veces y caen desde el proscenio a donde están los espectadores silenciosos. Y por el momento (antes de regresar al Hogar), deciden sentarse entre el numeroso público y enviar desde el Amor que ahora les ha invadido por completo, un silencioso y constante aplauso interno a los actores en escena.

Pero no queremos que os quedéis tan solo con esta imagen de actores y espectadores, vamos a ir más allá centrándonos en los que están en la tarima teatral. Interactúan  unos con otros sin saber que están ofreciendo un enorme espectáculo donde se desarrollan incontables acciones y se lleva a cabo una trama desconocida para cada uno,  aunque no hayan perdido ese sentir interior que siempre les sigue sonando por dentro y les recuerda de alguna forma que la obra tiene que continuar. Saben, como queremos dar a entender, que ustedes son la parte importante (en la visión que queremos hacer ver) y no van a desistir del trabajo escénico hasta que el guión de cada uno termine. En cada obra, en cada puesta en escena, todos los actores creen que aquello es de verdad, y ninguno quiere cambiar las cosas que dice y hace, porque aún no saben que todo es un teatro en el que tienen la oportunidad de hacer cosas distintas a las que pueden hacer los espectadores (ya que ellos viven en la luz, fuera de esta densidad) y, con estas experiencias teatrales, tienen las oportunidades ideales para aprender más y mejor de la vida en todos sus parámetros. Explicado de otra forma podríamos decir que éstas escenas les sirven para poder conocer aquellas cosas que no pertenecen a la Esencia Real de la que están compuestos los actores cuando no trabajan en escena y se marchan para Casa. Y sin esta actividad teatral, no podrían conocer aquello que en realidad no son ellos mismos. Es el teatro más perfecto que se puede realizar gracias a que los actores, cuando están trabajando, no son conscientes de que todo es parte de la obra teatral. Este es un requisito indispensable para que todas esas experiencias teatrales, se viviesen como verdaderas.

Ningún actor de ninguna compañía de teatro, sigue en su casa representando la obra, ¿verdad? Porque sabe que aquello solo fue un trabajo para ganarse la vida. Pues aquí es lo mismo, todos se están ganando la vida con la única diferencia de que en esta obra, el pago (la real felicidad), es mayor que ningún otro. Por eso decidieron salir a escena. Y cuando cae el telón, todos se levantan y saludan, incluso los que han sido atravesados por espadas o tiroteados por supuestas armas letales. Si hablamos de los efectos especiales donde todo parece tan real, son de lo mejor,  si tomamos en cuenta quien es el director de escena, el que está en todas partes entre los espectadores y son a la vez todos ellos en UNO SOLO. Ya que tú también eres solo UNO de todos los que son. Así podríamos decir, que el actor es también parte esencial de todos los que acuden a ver la obra, aunque en este caso sea un actor principal como eres tú mismo.

Ahora hablemos de esto: si no puedes ver tu propio teatro (por estar aún dormido),  y quisieras ser al mismo tiempo actor consagrado sabiendo que, para ello solo es necesario saber que se trata de una obra teatral, entonces TIENES QUE DESPERTAR dentro de la puesta en escena para intuir, quien es el actor en ti que está actuando. ¿Quieres tal vez saber que eres mucho más que ese actor? Para aquellos que no lo quieran saber, está bien que así sea (aunque esto conlleve más dolor y sufrimiento), pero si de verdad quieres ser al mismo tiempo actor y espectador, solo has de recordar Quien Eres Realmente. En este caso, ¿a dónde irás ahora…? A Casa (sin salir de escena), a descansar con tu buena retribución que es: LA FELICIDAD PLENA Y EL APRENDIZAJE EN ESTA NUEVA PUESTA EN ESCENA.

Y así justamente, termina este teatro perfecto para la evolución de la vida.

Javier G. Delgado

También te puede interesar

¿Calor en el embarazo? ¡La culpa es del clima!

Bueno, bueno, bueno, aquí estamos de nuevo, navegando por las turbulentas aguas de la información ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *