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Por Chantal Camacho Chávez.- En Latinoamérica es un símbolo que representa el mensaje de amor desde nuestra madre universal, que sintoniza la energía de la Tierra, que tiene vida propia, que se comunica con un lenguaje celeste y terrenal, que otorga consuelo y paz, que da esperanza a los corazones más atormentados. Pero al mismo tiempo, representa a las memorias dolorosas de María Magdalena, lo mundano, de lo que nadie quiere o se atreve a hablar, memorias dolorosas que tienen que ver con el mito de lo femenino y de lo masculino, prostitución, energía sexual, placer, despertar de la energía sexual, energía kundalini que no ha sido debidamente o correctamente encauzada hacia un plan divino creativo.
Esa energía explosiva que emerge desde el fondo de la Tierra, como la lava de un volcán, así es esa energía kundalini, encaminada con intención hacia un propósito divino, es capaz de manifestar verdaderos milagros colectivos.
La imagen de la Virgen de Guadalupe representa todo lo divino femenino, concentrado en una imagen, a la que el pueblo de Latinoamérica le ha dado su poder…. Es preciso que se revele a la humanidad que ese mito ha terminado ya, pues la fuerza de creación la tiene cada quien, está presente en cada ser humano que camina en la Tierra, que está vivo y consciente de la creación que es.
Es un trabajo importante desmitificar todo lo relacionado con la Virgen de Guadalupe, y poder verla como es: una Diosa que une lo divino masculino con lo divino femenino, que posee energía sexual, haciendo que el Merkaba gire a la velocidad de 33, otorgando luz, potencia e iluminación al Jesucristo Estelar que hoy conocemos.
Es preciso verla como mujer, como la mujer sagrada que habita en cada ser, que tiene un sexo, que es cósmica también, que tiene un super poder, que enciende el fuego divino en cada útero y corazón humano, que abre portales a otras dimensiones de la Tierra, que en su manto están representadas las estrellas plateadas, que se mueve también con la energía de la Luna, que hace mover o girar el corazón de la Tierra, que da vida y muerte, que mágica y cósmica es.
Chantal Camacho Chavez
