Por Inocencia.- Vive y deja vivir, tenemos la fea costumbre de meternos en lo que no nos importa, queremos solucionar los problemas de los demás, criticamos lo que hacen o dejan de hacer, no nos damos cuenta que no estamos poniendo cuidado en nuestras vidas, dedicamos tanto tiempo en inmiscuirnos en los problemas de los demás, que gastamos nuestra energía y tiempo, dejamos nuestros propios problemas sin resolver.
Acostumbrémonos a no estar tan pendientes de los demás, hay mucha gente que sufre por todo, por su familia, por el trabajo, por cualquier cosa, sufren y sufren y según ellos no pueden remediarlo, viven sin vivir, cargan con problemas que no les corresponden, quieren muchas veces tener el control de todo lo que hay a su alrededor.
La vida nos da a cada uno las experiencias que necesitamos y no pueden ser experimentadas por otros que no seamos nosotros mismos. Cuando queremos controlar a los demás, les estamos quitando su espacio y la oportunidad de vivir su vida plenamente, se sienten agobiados e infelices por no poder ser ellos mismos, tomando sus propias decisiones, no tenemos ningún derecho a inmiscuirnos en la vida de las personas y mucho menos a programar su futuro.
Hay mucha infelicidad en las personas que no han sabido seguir su propio camino, dejándose llevar por otros, no han sido capaces de enfrentarse con aquellos que les han impuesto lo que debían de hacer, porque según ellos era lo mejor para sus vidas.
Preocupémonos de nuestras vidas y ver si lo que hacemos es lo que queremos de verdad, quizá estemos a tiempo de dar un rumbo nuevo y cambiar nuestro destino.
No permitamos que nadie tome decisiones por nosotros y nos digan las cosas que tenemos que hacer, en cada etapa necesitamos aprender cosas nuevas, la vida está llena de oportunidades, pero si no estamos atentos y cogemos el control se nos escapan, así pues vive y deja vivir.
Seneca dijo:
“El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo”