Por Miguel Ángel Cueto Liaño.- Vivir en corazón es un estado que te permite disfrutar plenamente del momento presente y sentir una profunda paz interior. Tu cuerpo y tu mente se integran en armonía y mantienen una sana confianza en ti y en la vida. Se abre un mundo de comprensión donde dejas de juzgar a los demás y les deseas lo mejor sin importar lo que hayan hecho. Al vivir en corazón te centras en lo que tú haces y lo que esperan los demás de ti pasa a ser una anécdota. Te concentras en tu crecimiento como ser humano y te conviertes en una fuente de inspiración.
Vivir en corazón hace de ti una persona generosa que se siente en plenitud consigo misma. Te cuestionas qué puedes aportar a los demás en lugar de qué pueden aportarte a ti los demás. Se desarrolla en ti un profundo y sereno sentimiento de conexión con cuanto te rodea.
«Sólo hay dos maneras de vivir tu vida: Una es como si nada fuera un milagro. La otra es como si todo fuera un milagro.» – Albert Einstein
¿Es fácil vivir en corazón?
Vivir en corazón es sencillo pero nos boicoteamos mediante las creencias propias autolimitantes, la dependencia de los demás, el impulso a imponer que las cosas ocurran de una determinada forma, a que los demás tengan que hacer lo que tú deseas…
La única barrera que te impide vivir en corazón son tus pensamientos, tu conducta y tus sentimientos.
Caer en la tentación de justificar tu forma de ser es una trampa que utlilizas cuando te niegas a madurar y a dejar atrás conductas que solo te causan malestar; a ti y a los demás.
Conócete a ti mismo, gnóthi seautón, nosce te ipsum. – Templo de Apolo en Delfos, Grecia
¿Son incompatibles las emociones y vivir en corazón?
Sentir emociones es lo más natural para el ser humano. Es nuestro primer lenguaje con el que nos comunicamos con el mundo que nos rodea. Intentar evitarlas o inhibirlas es una decisión que puede llevarnos a sentir que estamos acumulando carga emocional y que tarde o temprano acabaremos explotando.
Cuando se vive en corazón experimentamos las seis emociones pero no le añades excesivas cogniciones, pensamientos, a lo que sientes. Se sienten las emociones pero no te recreas en ellas , es decir, no se generan sentimientos duraderos que perturban tu estado de calma.
Un ejemplo: Puedes sentir miedo durante unos minutos porque te puedes sentir en peligro. La persona que vive en corazón creará rápidamente una línea de pensamientos que le permitan reponerse en poco tiempo y salir reforzada de la experiencia vivida.
Vivir en corazón te permite ser más sensible, con más humanidad y sentir una gran autonomía al mismo tiempo.
«Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción causa dolor. – Frederick Dodson
El camino que lleva a tu corazón
Aprender a quererse es fundamental para desarrollar en ti una profunda sensación de bienestar interior.. Mira hacia dentro y observa cómo tratas a los demás y cómo te tratas a ti. Quizás te des cuenta de que tratas a los demás mucho mejor que a tu persona. Haces por ellos lo que no harías por ti. Con esta forma de proceder en la vida transmites un mensaje muy negativo a tu inconsciente. Constantemente le dices a tu interior que no mereces un trato equitativo y justo, que eres menos que los demás.
Es tiempo de amarte, respetarte, reconocerte y valorarte. Es tiempo de cuidar lo que comes, lo que bebes, tiempo de hacer ejercicio físico, tiempo de descansar y tiempo de esforzarte por ti para estar bien. ¿Si no sabes amarte cómo pretendes amar a los demás?
Es tiempo de vivir en corazón, de disfrutar de la armonía de vivir, de sentir la conexión con los demás y con cuanto te rodea. Aprende a amarte y comparte tu bienestar con los demás. Tu inconsciente te lo agradecerá y los demás … ¡también!
Sentir la plenitud está a tu alcance y es una meta que te mereces, sin más, sin explicaciones.
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» – Mateo 22:39, Levítico 19:18
Nota: El presente artículo está basado en mi experiencia personal y profesional. La Tabla de la Verdad es solo orientativa y cada uno puede modificarla según sus creencias y cultura.