Por Lydia Gregory.- En Septiembre tomé la decisión de VIVIR, de vivir de verdad…no sólo de habitar un cuerpo o un lugar. Tomé la decisión de responsabilizarme de mi vida y de mis actos, de ser valiente, de tomar mis decisiones sin culpar a nadie, de dar sin esperar recibir, de no ponerme excusas a mí misma para no hacer ciertas cosas y a la vez también decidí dejar de hacer otras que me perjudican. Decidí alejarme de gente vacía y tóxica, de gente que te absorbe la energía, la luz y que solo busca valerse de tu fuerza interior, de gente que no aporta nada, gente falsa, interesada, egoísta… Así pues, en Septiembre, me comprometí conmigo misma a quitarme las máscaras, y os digo que no fue un mero acto teatral.
Me comprometí a VIVIR acorde a mis propias normas, a ver la parte buena de las personas, a no dejarme influir por actitudes ni dejar que otros se crean con el derecho de decidir por mi. Y decidí seguir trabajando por conseguir aquello que creo que me merezco.
Desde entonces, he vivido cosas hermosísimas y he conocido a personas maravillosas, pero también he tenido altibajos, desánimos, desazón, dudas, golpes…y como cualquier hijo de vecino, he caído y me he vuelto a levantar millones de veces. Aún así, el haber caído no implica no haber cumplido mis metas, porque mi vida no son sólo esas metas. Mi vida es mucho más que eso. Mi vida implica aprender, implica un «ensayo y error contínuo y humano», implica cambio, movimiento, acción, creación. Gracias a los aprendizajes que todas estas situaciones buenas y malas me están proporcionando, me he quitado la lanza de la espalda y me he servido de ella para ponerme en pie y seguir andando, aún estando en medio del desierto, y aún sin ver siempre el horizonte.
Así que, NO os pongáis excusas (que luego os las creéis), no justifiquéis cosas injustificables, no os creáis más importantes que nadie, porque aquí todos merecemos lo mejor, todos merecemos que nos respeten, y todos pasamos diariamente por dificultades enormes…TODOS!! Todos pensamos que nuestro problema es el peor del mundo cuando estamos viéndolo desde dentro. Todos sufrimos mucho. Ya es hora de dejar de quejarse, de sufrir, de tenerse lástima a uno/a mismo/a, de creer que si nos sentimos mal la culpa es de los demás. ¡Ya esta bien!
Ya es suficiente, dejemos de cargarnos cosas a la espalda que no nos corresponden, porque cargando con las responsabilidades de otros, NO estamos haciéndole a nadie ningún favor…En lugar de eso, tomad acción sed personas PROACTIVAS, y NO, REACTIVAS. La reactividad no sirve, la pasividad nos mata, nos hunde en tierras movedizas y nos impide salir del pozo en que nos encontramos. Esto hace que, una y otra vez, se repitan en nuestra vida las mismas cosas, las mismas situaciones, las mismas relaciones dañinas…Y para más INRI, luego nos atrevemos a quejarnos, cuando somos nosotros mismos/as los que lo hemos creado porque no aprendemos a quereros, ni a tomar las riendas…
Decimos que nos queremos, y que sabemos qué es exactamente lo que necesitamos, pero a la vez nos convertimos en nuestro propio enemigo…boicoteamos nuestra propia felicidad, no valoramos nuestra vida, creyendo que tenemos todo el tiempo del mundo. Dejemos a un lado todo eso y de verdad, responsabilicémonos de nuestros actos…vibremos con la vida. Si no vibramos con ella, vibramos contra ella…luchamos contra el movimiento y no fluimos (y ¿adivinad quien gana siempre en esta lucha?…). No fluir con lo que esta dando repetidos golpes a tu puerta, y limitarse a dejarlo pasar sin responsabilizarse es antinatural… y de esta forma, todo nos cuesta 3 veces más y avanzar se vuelve imposible porque le damos la responsabilidad de nuestra vida a otros. Nos paralizamos, nos confundimos y no salimos de la MIERDA(perdonad la expresión). No podemos pretender que nos rodeen cosas y personas buenas y honestas, si estamos metidos en el «centro neurálgico» de toda la mierda y encima nos quedamos a nadar en ella porque «se esta calentito». En este caso, claramente, nos rodeará la mierda y nos ahogaremos.
Salgamos de ahí! Porque nadie de ningún mundo ideal vendrá a salvarnos de nosotros mismos. En serio, tomároslo en serio, porque vivir no es ninguna broma. Un día, de repente nos vamos a ir, porque igual que la vida nos la dan, el día menos pensado nos la quitan, o simplemente, la perdemos.
VIVIR, es un derecho y una responsabilidad nuestra y solo nuestra.
Sé que a día de hoy hay muchas personas que como yo, seguimos intentando VIVIR (con las 5 letras). Mi respeto y mi apoyo a toda esa gente creativa que fluye con la vida, a esa gente que evoluciona, que crece, que aprende de sus errores, a esas almas libres…que superan sus miedos y sus bloqueos y que son conscientes de su responsabilidad para con ellos mismos y para con los que les rodean. Esa gente que ama de verdad, que ama lo que hace, que «viaja» para vivir y vive para «viajar», que no da por supuestas las cosas, que no le asusta HABITAR LA INCERTIDUMBRE. Enhorabuena también a todos los que aman el arte, la cultura, la música y predican con el ejemplo inspirando a otros. A todos ellos GRACIAS por SER CONSCIENTES y… a los demás…a los que todavía no lo hacen…
¡VIVID, por favor…hacedlo por vosotros!